La corporación municipal de Lodosa ha dado luz verde, con los votos favorables de LOIU (6) y el PSN (1) y la negativa de Navarra Suma (3 porque faltaba una edil), al presupuesto de 2023, un documento cifrado en 4.439.460 euros que aumenta en 616.000 euros con respecto al pasado ejercicio.

En cuanto a las inversiones, explica la alcaldesa Lourdes San Miguel, ahora aparecen reflejados unos importes que ascienden a 648.116 euros pero que variarán a lo largo del año con cargo al remanente. Y, en este caso, las dos iniciativas más cuantiosas afectarán a varios viales del casco urbano.

Por un lado prevén acometer la segunda fase de mejoras del barrio de La Cava, en concreto actuarán en las calles San Blas, San Ignacio y Frontón, una actuación que costará 609.000 euros aunque el presupuesto refleja, de momento, 325.000 euros; la actuación tendrá ayuda del Plan de Infraestructuras Locales. Y, por otro lado, adecentarán la calle La Florida; la obra ascenderá a 455.000 euros de los que 150.000 euros llegarán vía enmienda de Geroa Bai a los Presupuestos Generales de Navarra, otra parte se financiará con el dinero de libre determinación del año 2022, y el resto, con remanente. De hecho, en la misma sesión plenaria aprovecharon para hacer ya la modificación y afrontar la pavimentación y el cambio de pluviales y para aportar el 30% a la Mancomunidad de Montejurra para las redes.

Para mejorar la accesibilidad han marcado un par de acciones; por un lado van a colocar un ascensor en el polideportivo que de acceso a las gradas, un proyecto que costará 110.000 euros y que tendrá subvención del PIL y, por otro lado, van a habilitar una plataforma elevadora en la plaza de toros (en una de las escaleras de la entrada principal). En este caso la actuación está prevista en 19.000 euros y también tendrá financiación externa.

Además van a adquirir un vehículo eléctrico para los agentes municipales por 49.104 euros que sufragarán con dinero de libre determinación de 2023, destinarán 20.000 euros al proceso de presupuestos participativos, y dejarán 2.000 euros para equipos informáticos y técnicos.

Por último, y en cuestiones como Cultura, Deporte o Servicios Sociales se mantienen las cuantías y en Festejos han fijado 175.000 euros para San Blas, fiestas patronales y Las Angustias, una cifra que probablemente aumentarán.

Las valoraciones

De acuerdo con la primera edil, “creo que es un presupuesto sostenible, que sigue la línea de los últimos años y que responde a las principales necesidades que hay ahora mismo sobre la mesa; con deuda cero, se tienen muy en cuenta aspectos como las calles y la accesibilidad sin dejar de lado cuestiones que atañen a la eficiencia energética”. Además, y en cuanto a la negativa de la oposición, San Miguel asegura que “no entiendo su postura porque, aunque proponen endeudarnos, no lo hacen con propuestas en firme. Hemos tenido dos reuniones y no han aportado nada”.

Por su parte, Navarra Suma, en palabras de su portavoz Vicente Baigorri, “votaremos que no porque se vuelve a presentar un presupuesto conservador y poco imaginativo. Además, prescinde de algunas partidas de ingreso sin justificación lógica y está vacío de políticas de inversión más allá de las reactivas o de las que tocan”. De acuerdo con Baigorri, “nuestros servicios generales se prestan de forma deficiente, se acusa la ausencia de inversiones y de políticas proactivas en urbanismo, patrimonio y vivienda; y se evidencia una gran decadencia en algunas instalaciones como son las piscinas o la zona deportiva”.

Además, y si en algo se enzarzaron los ediles del equipo de gobierno y los de la oposición fue en si es o ha sido buena idea no endeudarse estos años atrás.

Otros puntos

En otro punto del orden del día la corporación aprobó, con los votos de LOIU y el PSN, y la abstención de Navarra Suma, la plantilla orgánica que, tras la gran remodelación del 2022, solo contempló tres cambios y, además, nombraron al juez de paz sustituto. También sacaron adelante, con los votos de LOIU, y la abstención de Navarra Suma y del PSN, una modificación presupuestaria de 16.000 euros para colocar un sistema de reconocimiento facial en el acceso a las piscinas.