Un anónimo ha entregado a la Fundación EMMOA, que se encarga de mantener la memoria del alpinismo vasco, la cabeza de la estatua de San Francisco Javier, patrón de Navarra, que quedó decapitada en 1985 en la Mesa de los Tres Reyes, el pico más elevado de Navarra y toda Euskal Herria, y que fue restaurada meses después. La idea es exponerla en breve en el chalet Arkaute de Tolosa, donde se ubicará el museo del montañismo vasco, un proyecto que nace en estrecha colaboración con la Federación Vasca de Montaña y la Federación Navarra de Deportes de Montaña.

"Hemos recibido un paquete, lo hemos abierto y era la cabeza de un santo. Indagando, y sin saber el camino que ha recorrido, hemos descubierto que se trataba de la cabeza de San Francisco Javier. Al final se ha decidido que sea EMMOA quien se haga cargo de custodiarla y exhibirla. Seguro que ha aparecido en una grieta, en un río o algo parecido. Cuando montemos el museo en el chalet de Arkaute de Tolosa, se expondrá. La estatua de la montaña ya tiene cabeza nueva desde hace años", ha explicado Txomin Uriarte, presidente de EMMOA, en declaraciones a la Cadena SER en Euskadi.

La imagen de bronce, de 75 centímetros y unos 150 kg de peso, ha sufrido distintas vicisitudes a lo largo de los años. Con motivo del IV Centenario de la muerte de San Francisco Javier, en 1952, los mendigoizales del C. D. Navarra colocaron en la cumbre una estatua del apóstol de las Indias de 2,30 m. de altura, en piedra artificial, que fue derribada por los temporales del primer invierno. En sustitución de la imagen se volvió a colocar en el mismo lugar otra reproducción exacta de la anterior, en bronce, esta vez con una altura de 0,75 m.

Estatua de San Francisco Javier, inclinada tras un desprendimiento, en la cima de la Mesa de los Tres Reyes Javier Bergasa

En 2004 quedó desplazada cuando un movimiento sísmico movió la piedra sobre la que está situada. En 2010 Anaitasuna y Club Deportivo Navarra lograron enderezar la imagen, una de las más míticas de la montaña navarra, que volvió a su forma original tras quedar prácticamente en posición horizontal.

Imagen de San Francisco Javier en la Mesa de los Tres Reyes, con la cabeza restaurada. Javier Bergasa

Mesa de los Tres Reyes

El horizonte que se divisa desde la estatua es espectacular: el primer plano lo ocupa por completo el circo de Axpe, que muestra todas sus cumbres, destacando Petretxema, Atxerito, Bisaurin, Castillo de Atxer, Sierra Berbera, hasta las montañas de Candanchú, en el extremo opuesto. Sobre esta barrera circular emergen las principales cimas del Pirineo aragonés. También la orografía francesa muestra lo más destacado y nombrado de sus cumbres, entre las que sobresalen el Midi de Ossau, Grand Gabizo, los macizos de Ger, Midi de Bigorre, Balaitus e infinidad más. Hacia Navarra la visión es aún más infinita con las cumbres de Ezkaurre, Orhi, Txamantxoia, Adi, Baigura Autza, Aralar, Andia, Aizkorri, Kodes, Izaga...

Vistas desde la estatua de San Francisco Javier en la cima de la Mesa de los Tres Reyes. con el buzón y el castillo a la derecha. Javier Bergasa