El plan de retirada de contenedores del Casco Antiguo de Tudela se reformará y no se aplicará tal y como estaba previsto tras las quejas que numerosos vecinos mostraron ayer con respecto a dos puntos fundamentales, Huerfanicos y Mercado de Abastos. Según señaló a la veintena de vecinos y vecinas el presidente de la Mancomunidad de Residuos, Fernando Ferrer, en lo que iba a ser una exposición pública del plan previsto, “no se va a hacer el plan de ninguna manera hasta que no esté hecho como entendemos que salimos de aquí”. Ante las dudas de si se paralizaba todo el plan o se seguía adelante con parte y había la intención de no tocar los puntos más polémicos del mismo, Ferrer señaló a la prensa que “no se paraliza porque está en trámite. No se aplica hasta que no se haga todo”.

La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo y la Mancomunidad de Residuos Sólidos de la Ribera habían preparado una reunión informativa sobre el nuevo sistema de recogida de basura en el barrio que implicaba sacar los contenedores de recogida de basuras de tres puntos en el Casco Antiguo Huerfanicos, La Magdalena y Mediavilla, con lo cual los vecinos de estas calles y las aledañas tenían que ir a Ribotas o a Terraplén a tirar las basuras, distancias que en algunos casos llegaban a los 600 metros. “Es una salvajada y me parece un grave error, máxime cuando está previsto que lleguen nuevas personas con las 24 viviendas de Coscolín", señalaron. Además ese plan reflejaba también que los contenedores del Mercado deberían introducirse en un cuarto habilitado al efecto en esas instalaciones y que los de la calle Verjas, Cárcel Vieja, San Nicolás y los propios del Mercado se retirarían desde las 8.00 a las 19.00 horas.

Asistentes a la reunión de ayer sobre el plan de retirada de contenedores Fermín Pérez-Nievas

Sin embargo, las quejas vecinales hicieron que tanto la AAVV del Casco Antiguo como el propio Ferrer reconsideraran el plan inicialmente previsto y decidieran volver a pensar las medidas que hacían referencia a la retirada de Huerfanicos, donde, a propuesta de algunos ciudadanos, se podría habilitar un solar que existe en la parte baja de Huerfanicos para acoger durante todo el día los contenedores y que quedaran ocultos durante esas horas. Sin embargo, el otro de los puntos, el Mercado, también generó muchas suspicacias y no parece estar claro la solución que se vaya a dar. Por un lado, comerciantes de la zona llamaron la atención sobre las condiciones insanas que tiene el espacio donde se dejan los contenedores ahora tanto a nivel de olores como de la presencia de suciedad y señalaron que si no se adopta una solución en un plazo breve “denunciaré a salud púbica”. Por otro, usuarios del mercado alertaron de la imposibilidad de meter los contenedores sucios dentro del recinto del Mercado, un lugar donde además de haber comida que se vende hay cocinas instaladas recientemente. Ferrer explico al respecto, y ante el excepticismo en los plazos de algunos de los asistentes, que “la obra para acondicionar el cuarto donde estarán los contenedores está ya presupuestada”.

Por otra parte, vecinos de la zona de Huerfanicos llamaron la atención sobre el hecho de que no cuentan con contenedores de todas las fracciones de la basura y que tenían que buscar contenedores en puntos más alejados si querían tirar el cartón, el orgánico o el vidrio, algo que habían protestado y reclamado en varios correos electrónicos a la Mancomunidad. En este sentido Ferrer señaló que era “la primera noticia que tengo sobre eso. No he recibido ninguna petición de poner más contenedores de otras materias”, a lo que los vecinos le aseguraron que los últimos los enviaron en el año 2020 “lo hemos pedido en la Mancomunidad y se nos respondió por teléfono que la selección la harían allí”. Ferrer aseguró que las quejas no le llegaron.

El coste del plan estaba estimado en cerca de 90.000 euros a lo que había que añadir otra partida de más de 12.000 euros para que una persona asesorara e informara a los vecinos del nuevo sistema de recogida. Ferrer señaló que el plan había sido aprobado en el pleno municipal y por la junta permanente de la mancomunidad si bien añadió que “no es la Biblia, se puede hacer un nuevo cambio y la idea siempre es buscar la mejor solución. Si se ha esperado 10 años se puede esperar un poco más”, concluyó. Desde los asistentes preguntaron en varias ocasiones si “¿no era mejor habernos reunido antes de aprobarlo para informarnos como ahora?”.

Pese a las insistentes preguntas de los vecinos sobre cuándo se ponía en marcha el plan, Ferrer no dio ninguna fecha para su inicio, ni antes de anunciar las reformas, ni después.