El Gobierno foral acordó este miércoles declarar la Plazuela de Lodosa y el Parque Memorial de Uroz/Urotz en Lizoain-Arriasgoiti como Lugares de Memoria Histórica de Navarra puesto que en ambas ubicaciones, recalcaron, se cometieron asesinatos tras el golpe de militar de 1936.

En el caso de Lodosa, cabe recordar, fue, tras Pamplona, la localidad navarra con mayor número de víctimas mortales, 133, y la Plazuela fue escenario de algunos de los enfrentamientos entre grupos armados y militantes de fuerzas políticas y sindicales de la izquierda que intentaron frenarles.

Por este motivo en dicho espacio inauguraron hace un par de meses una instalación artística de Alberto Odériz que homenajea al circo Anastasini; y es que esta plaza acogió una única función circense ya que, el mismo día que dio comienzo la contienda, sus integrantes desaparecieron de la localidad abandonando los materiales y a los animales. “Era de justicia crear un espacio de recuerdo y homenaje además del que ya existe en el cementerio”, apuntaban en el municipio.

Lodosa fue, además, una de las poblaciones donde tomó impulso el movimiento memorialista en la Transición con las conocidas como exhumaciones tempranas.

Respeto y tolerancia

La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, aseveraba que estos espacios se erigen “para que sirvan como ámbitos de transmisión de la memoria y contribuyan a promover una cultura de paz y convivencia”. De hecho recordó que “no sólo pueden declararse como tales las fosas, enterramientos, lugares de detención y asesinato o las obras públicas construidas con trabajos forzados. También pueden serlo aquellos espacios que las familias de las víctimas, las asociaciones memorialistas, las instituciones y las administraciones públicas hayan erigido en recuerdo, reconocimiento y reparación de las víctimas de aquella represión”. De acuerdo con la consejera, “la memoria es ante todo una cuestión de futuro y una herramienta indispensable para promover valores de respeto, tolerancia y libertad”.