Durante las dos semanas de ola de calor que ha vivido Tudela, el Museo de pintura Muñoz Sola ha sido uno de los edificios públicos que más ha sufrido las inclemencias del tiempo. Si en algunas ciudades se dibujaba un mapa de oasis para poder combatir el calor, donde se apuntaban templos, museos y parques, en Tudela este mapa no podría albergar el Museo Muñoz Sola. En sus salas, donde se acumulan más de 150 obras de pintura francesa del siglo XIX y del propio Muñoz Sola, ha habido días que se han alcanzado 32 grados. Como ejemplo, hoy, cuando ya las temperaturas han descendido algo, a las 12.37 minutos la temperatura que marcaban los aparatos era de 30,9 grados. Llama la atención por la posibilidad de que los cuadros se vean afectados por estas altas temperaturas. No en vano, la aconsejada por la normativa es que no se deben superar los 27 grados o incluso hay especialistas que señalan el máximo en 24 o en 20 grados. Así, el Ministerio de Cultura publicó en 2009 las Normas de conservación preventiva para la implantación de sistemas de control de condiciones ambientales en museos, bibliotecas, archivos, monumentos y edificios históricos. En este texto se señala que “el control de la temperatura debe garantizar una oscilación máxima de ±2-5ºC. Para las fluctuaciones estacionales a lo largo del ciclo anual, el sistema debe garantizar un control de la humedad relativa suficiente para que las oscilaciones no superen el 20% dentro del rango 30-70%, y la temperatura no descienda de los 17ºC o supere los 27ºC en las salas de exhibición”.

Termómetro de una de las salas Museo Muñoz Sola Fermín Pérez Nievas

La concejala de Cultura, Itziar Les, ha asegurado que “hemos tomado las medidas que creíamos convenientes, como ventilar para refrescar las estancias y solventar los problemas que puede haber en las calderas cuando se produzcan”. Les señala que han decidido no cerrarlo cuando otros muchos determinaron cerrar, como hizo el Museo de Navarra, el año pasado cuando las tres plantas superiores superaron los 27 grados. “Es algo temporal. Son temperaturas que marcan 4 ó 5 grados por encima de lo que puede tener un museo. No es algo tan extraordinario”. La responsable de Cultura indica que el sistema de refrigeración está en funcionamiento pero “no soporta unas temperaturas tan extremas. No es una cuestión de aire acondicionado, tomaremos las medidas que creamos oportunas en relación a lo que estamos viviendo ahora. Este ejemplo nos sirve para tomar unas pautas en previsión”. Les, niega la posibilidad de bajar algunos de los cuadros a las bodegas porque “tampoco es bueno someterlas a cambios tan bruscos de temperatura”. Por último asegura que están mirando si hay subvenciones para la mejora de los equipos, “si en algún momento podemos optar para el cambio de las maquinas se hará”.

Hay que señalar que el Museo Muñoz Sola hace sus mejores números en agosto y en 2022 sufrió la mayor pérdida de visitas de toda Navarra, con una reducción de casi un 35% (2.369), pasando de los 6.787 de 2021 a los 4.418 de 2022.

Por otra parte, también la Casa del Almirante, que alberga la concejalía de Cultura, sufre unos rigores parecidos, con temperaturas que rondan los 30 grados. El próximo 4 de septiembre, según anuncia la concejala, comenzará la instalación del aire acondicionado que no tenía el edificio y hasta que termine los trabajadores han sido desplazados al salón de actos en lugar de su ubicación actual ya que así pueden trabajar a 23 grados frente a los 30 grados en que lo estaban haciendo. “El sistema de refrigeración que tenía hasta ahora es un suelo radiante de frío, que viene bien como ayuda pero no llega a bajar la temperatura como un aire acondicionado. Hemos optado por el bien de los trabajadores para que estén en condiciones dignas”, explica la concejala.