Después de un intenso arranque festivo, día 14, festividad de la Cruz, fue el día grande las fiestas de Altsasu, una jornada apegada a las tradiciones, sobre todo por la mañana. Así, numerosas personas vestidas con sus mejores galas se encaminaron a la ermita del Santo Cristo de Otadia, lugar rodeado de milagros y leyendas que cuenta con gran devoción en la villa. También acudió la corporación municipal acompañada de los txistularis. Tras la misa no faltó una jota y una porrusalda a las puertas de la ermita antes de tomar el camino de vuelta a la plaza en comitiva. Fueron recibidos por el repique, un pregón sonoro que se ha podido escuchar todos los mediodías desde la otra cruz, la del 3 de mayo.

Los txistularis acompañaron a la Corporación a la ermita del Santo Cristo de Otadia. N.M.

 Protagonistas el día anterior, cuando lanzaron el cohete con el que arrancaron cinco días de celebraciones, los campaneros cumplieron con la tradición y tocaron el último repique de este año; 24 minutos en los que bailaron las campanas. Subieron al campanario cinco: Enrike Zelaia, Asier Beramendi, Félix Martínez, Jesús Bengoetxea y Joan Kepa Everts, ordenados en función de su veteranía. No en vano, Zelaia lleva desde el principio, desde finales de los años 60, cuando recuperó esta vieja costumbre que se había perdido unos años antes. Beramendi, de 45 años, cumple 35 de campanero, 3 más que Martínez, de 42 años. Y es que ambos comenzaron con 10 años. Bengoetxea, el más joven con 39 años, empezó en 2008. El último en incorporarse fue Everts, hace dos años, una vez jubilado. Pero como decía, lleva oyendo el repique desde que era un niño. En el grupo actual hay otras tres personas: Belén Rubio, la primera campanera; Iñaki Bengoetxea y Jesús Irisarri, que por diferentes motivos, no pudieron estar ayer.

Jesús Bengoetxea, Asier Beramendi, Joan Kepa Everts, Enrike Zelaia y Félix Martínez. N.M.

Juventud en el zortziko

En la villa no hay fiesta señalada sin zortzikos. Por ello, ayer al mediodía no faltó esta danza, muy animada con una mañana espléndida. Lo cierto es que, por ahora, los pronósticos meteorológicos se han equivocado y la lluvia no ha hecho acto de presencia. No obstante, continúa en vigor el plan B en caso de mal tiempo. No es otro que trasladar la mayoría de las actividades de la plaza al nuevo espacio cubierto de la explanada de Iortia.

A los personas habituales que bailan el zortziko el día grande ayer se unieron quintos y quintas de este año, juventud que augura un largo futuro a este baile. Se trata de una versión propia del ingurutxo, un 6 por 8 que se baila en pareja. Consta de una primera parte con dos apartados, uno en el que el aurreskulari baila hacia delante y otra hacia atrás. Después se baila un fandango y un arin arin, tras los cuales se vuelve al tema inicial, bailado hacia delante para finalizar con una kalejira. 

De poner sonido al zortziko se encargó la Banda Municipal de Txistularis. En la actualidad está integrada por Cruz Mari Martínez, Jesús Irisarri y Josetxo Lumbreras. Estas fiestas cuentan con José Mari Bastida de refuerzo. A lo largo del año realizan 14 salidas oficiales, tres de ellas en fiestas.