La asociación Recicleta y el Gobierno de Navarra firmaron el pasado sábado un acuerdo para la promoción de la movilidad sostenible, uno de cuyos puntos incluye la puesta en marcha de la primera Yayacleta en la capita ribera, con la que se podrán llevar a dar paseos a personas mayores con problemas de movilidad. El coste de esta bicicleta eléctrica, especialmente acondicionada con un banco delante para llevar a dos personas, asciende a 8.000 euros, cuyo coste lo ha asumido a partes iguales la empresa tudelana Impotusa y el Gobierno de Navarra.

La presentación en sociedad se produjo en la Residencia La Misericordia de Tudela y asistieron la presidenta de Navarra, María Chivite, la directora general de transportes, Berta Miranda, así como representantes de Recicleta, de Biciclistas de Corella y diversos concejales del Ayuntamiento de Tudela, así como residentes del centro.

En este contexto se firmó el tercer convenio entre el Gobierno de Navarra y la asociación Recicleta Ribera por el que el Ejecutivo foral aportará 12.000 euros para fomentar la movilidad intergeneracional.

LA TERCERA YAYACLETA

Tudela se convierte así en la tercera localidad navarra, tras Corella y Estella, en poner en marcha este servicio si bien antes, el próximo 23 de septiembre (a las 10.00 en la propia Misericordia) van a poner en marcha un curso para formar a voluntarios, mayores de 16 años, que quieran llevar la Yayacleta.

Además también van a difundir el servicio en colegios e institutos para formar a voluntarios ya que además de los que conducen la Yayacleta se necesitan otras personas que le acompañen. Recicleta, que se ha unido al colectivo internacional En Bici Sin Edad que en España preside Corella, será quien dinamice este medio de transporte.

Desde el colectivo Biciclistas de Corella, pioneros en Navarra en todo lo que tiene que ver con actividades en bicicleta y movilidad sostenible, Cristina Gallo destacó que los objetivos de esta acción son “devolver el día a día de los usuarios, sacarlos de la rutina, romper el aislamiento y la depresión, además de crear relaciones intergeneracionales y recuperar las historias que nos cuentan”.

La Yayacleta, marca registrada para su uso exclusivo en Navarra, no puede circular a más de 10 kilómetros por hora para que las personas que van sentadas puedan “saludar, pararse, hablar con sus vecinos, recordar cómo eran las calles, ver los cambios en la ciudad, además de ganar confianza y bienestar. Para mí es una terapia”, ha reconocido. Todos esos testimonios se guardan y almacenan tras cada viaje y se denominan capítulos.

La Yayacleta llegó a Corella en el año 2018, tras Barcelona, San Sebastián y Zaragoza, y Gallo pidió a Chivite “un empujón” para que “se difunda por todo Navarra su uso y seamos un ejemplo”. Desde Biciclistas, que ha realizado más de 700 paseos y ha recorrido buena parte de Navarra, señalaron que “tratamos de dejar semillas para difundir esta forma de movilidad”. Incluso realizaron paseos con ancianos tras el confinamiento.

Por su parte Abel del Rey, de Recicleta, ha indicado que espera que sea “la primera de muchas más. Queremos devolver las calles a quienes las han perdido por falta de movilidad. Debemos tener una ciudad 8-80, es decir, que sea tan segura para los niños y niñas de 8 años como para los de 80”.