Mikel Montesinos Jesús (Altsasu, 1976), expone en el Centro Cultural Iortia La otra mirada, una colección de medio centenar de fotografías, sobre todo paisaje y naturaleza además de rincones de Altsasu vistos desde otro punto de vista, una muestra que ha preparado con mucho cariño. Se puede visitar hasta el lunes. Asimismo, una parte se expondrá estas Navidades en el Café Racer, en la calle Calderería, y el próximo año viajará a tierras alavesas.

Nieto de Julita Zornoza, una de las primeras fotógrafas de Navarra, a este altsasuarra siempre le ha gustado la fotografía pero no fue hasta hace cuatro años cuando se tomó más en serio esta afición. “Fui a descambiar un móvil y cogí una cámara réflex, sencilla, con la que estoy aprendiendo de forma totalmente autodidacta”, explica. Lo cierto es que han sido muchas horas de experimentar con la máquina, de consultar tutoriales e investigar en internet, y sobre todo de sacar muchas fotos para poner en práctica lo aprendido hasta conseguir, poco a poco, el resultado que buscaba. 

Y en este andar ha descubierto que le apasiona la fotografía y que quiere vivir de ello. “Mi sueño es ser profesional. No sé si lo conseguiré pero allá voy. Nunca hubiera pensado que iba a exponer en Iortia y aquí estoy. Se van abriendo puertas”, cuenta. Al respecto, se muestra encantado con la acogida de la exposición. “Estoy recibiendo muchas felicitaciones que me animan a seguir en la misma línea como fotógrafo de naturaleza y paisaje, aunque iré haciendo cosas variadas porque mi curiosidad fotográfica no hace más que crecer día a día”.

Lo cierto es que en la muestra destacan las imágenes de naturaleza, tanto paisajes como macros, junto a otros contenidos más urbanos a los que mira desde otra perspectiva. Su trabajo también se puede ver en su web www.mikelmontesinos.com y en Instagram en @mikelmont76, @bw_mikel, con fotos en blanco y negro, y @mikel_motor, una cuenta que acaba de abrir donde publica instantáneas relacionadas con el mundo del motor. 

Me apasiona la técnica de larga exposición. Permite plasmar en una imagen lo que ocurre en un tiempo determinado. Me parece magia, algo que nuestra mente no es capaz de hacer. Es una técnica que permite jugar y lograr efecto seda del agua, pintar con la luz o cirumpolares”, apunta. 

Mikel Montesinos cámara en mano. Cedida

La mayoría de las fotografías, 32, se mostraron en la casa de cultura de Zumarraga en septiembre, su primera exposición tras una cuidada selección entre las más de 12.000 que guarda. De algunas se siente especialmente orgulloso. Es el caso del chapuzón de una mandarina en una jarra, después de muchos intentos y disparos, o de un circumpolar que consiguió planificar cuando no llevaba ni dos meses con la cámara. También de sus lunas saliendo por detrás de la sierra de Urbasa. 

También hay varios atardeceres en el dolmen de Sorginetxe, un lugar que para él es especial y más desde que allí conoció a Maite Vidal y Óscar Ponce, dos reconocidos fotógrafos que estaban realizando fotografía nocturna. De hecho, la primera cuenta con el premio Fujifilm Europa. “Tuve la suerte de coincidir con ellos, que me dieron una clase magistral sobre el modo manual y los parámetros del triángulo de la exposición además de mi primer contacto con la fotografía de larga exposición, en concreto con el ligthpainting. No me cansaré nunca de agradecérselo”, destaca. Además, sigue en contacto con ellos, a quienes acude en búsqueda de consejos y mostrar su trabajo. “También escribo a otros fotógrafos para pedirles su opinión y preguntarles cosas. Y me suelen contestar”, observa.

Tampoco quiere olvidarse de otras personas que le han ayudado en esta nueva andadura, como Alatz López Lameiro, de Cromlech topagunea, en Estella, donde pudo exponer por mi primera vez su trabajo y este año repite en la exposición colectiva inaugurada el 1 de diciembre. También Isabel Plata, quien se encarga de la programación informática de su web, adaptada incluso para personas con problemas de visión.

Entre paisajes y naturaleza hay una diferente y que Mikel Montesinos considera la mejor. Es una imagen de un hombre tumbado al sol en un banco de un parque leyendo un libro mientras toma su sesión de quimioterapia.  “Me contó que también es aficionado a la fotografía, de la vieja escuela, con cámara analógica, pero que estaba de bajón creativo y era evidente el por qué. Ojalá este capítulo quede solo en un mal recuerdo para volver a recorrer Pamplona con su cámara de fotos. Y yo me sentiría muy feliz de compartir ese mágico momento”, confiesa.

Cartel anunciador de la exposición 'La otra mirada'. Cedida

La muestra se contempla con fotografías de diferentes txokos de Altsasu a los que aporta su propio punto de vista, una mirada que tiene en cuenta principalmente la composición y la luz en búsqueda de belleza. Al respecto, señala que donará esta colección a la Residencia Aita Barandiaran “para que las personas mayores y sus familiares puedan disfrutarlas colgadas en sus pasillos porque para ellos cada vez es más difícil poder dar un paseo y ver nuestro pueblo”.

Grupo de fotógrafos en redes sociales

“Estoy aprendiendo pero a la vez me doy cuenta que sé bastantes cosas”, apunta. Para compartir ese saber que ha adquirido, ha creado el grupo de Facebook Fotógraf@s de Sakana. “La idea es compartir fotos, conocimientos o eventos como concursos incluso quedada para conocerse cámara o móvil en mano”. También busca que entre todos y todas podamos aclarar dudas que se planteen. En tres semanas ya son casi un centenar.