Un generoso pellizco para empezar con buen pie el año. El vendedor Xanti Ibargarai Iribarren ha repartido en su ruta por Baztan y Malerreka 200.000 euros del tercer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad de la ONCE. Diez cupones de 20.000 euros para otros tantos agraciados. “Jodé qué rico para que el que le haya tocado”, decía ayer un feliz Ibargarai.

Este vecino de Erratzu de 42 años se enteró el martes a mediodía de que había repartido esos 200.000 euros. “Yo sabía que había dado 40 cupones con los tres últimos números del segundo premio, que son a 50 euros. ‘2.000 euros, no está mal, pensaba’. Y de repente me llamaron de un teléfono raro y me preguntaron a ver qué había hecho con los extras. Y yo pensaba, ‘la qué habré armado. ¿Qué he hecho? ¿Algún desastre? ¿Vender mal?’ ‘¿Y has vendido todo?’, me preguntaron. ‘Sí, todo’. ‘Pues has dado el tercer premio’. Al principio ni me lo creía”, confiesa este vendedor.

Xanti pensaba que quizás no aparecería ninguno de los agraciados por su puesto. Pero sobre las seis de la tarde llegó un cliente habitual: “‘Oye, ¿me puedes mirar estos dos cupones? Uno es de Pamplona y el otro te lo compré a ti’. Pasé el de Pamplona y no estaba premiado. Y paso el otro... ¡me cago en la hostia! Me doy media vuelta y le enseño: ‘tú eres uno de esos que no sabía ni qué número ha tocado’. No se lo creía. Pensaba que le estaba vacilando. Se lo tuve que pasar por la máquina, acudí a un centro autorizado de la ONCE... y aún y todo estaba reacio. Y al final le saqué el listado de premios: ‘mira, aquí tienes el número’. ‘Y qué hago yo con el cupón ahora’. ‘Pues mételo en la cartera, duerme con él y vete a cobrar por la mañana’”. Ayer volvió a coincidir con él cuando estaba cobrando el boleto. “Estaba contento y nervioso, y me dio las gracias. Ojalá que toque más, que para eso estamos”, le respondió este vendedor.

DE LA FÁBRICA A LA ONCE

Una lesión de espalda -tiene una discapacidad del 33%- impidió a Xanti continuar en la fábrica en la que trabajaba. “A la ONCE directo”. Comenzó a vender en la ruta de Malerreka y Baztan, principalmente en Doneztebe y Elizondo, en junio de 2022. “Es lo que me gusta, estar con la gente, hablar... estoy bien a gusto”, cuenta. Hasta ahora, cuando la gente le preguntaba si daba suerte, él siempre respondía lo mismo: “Suerte no sé, pero hay una ilusión del copón. Ahora hay ilusión y un poco de suerte”, se ríe. Está encantado de repartir tanto dinero. “Y si es a gente a la que le hace falta, más contento todavía. Que les aproveche, que lo disfruten como se merecen. Es un bonito premio. A alguno le aliviará”.

Ahora los clientes le preguntan si no se ha guardado algún cupón: “qué va. Si tengo que guardar uno de cada número que tengo no hago con el sueldo”. Y agradece “a todos los que han venido a comprarme. Y a los que no les ha tocado, seguiremos en ello. No está en mis manos, pero intentaremos darles algún premio”.