Los héroes sin capa de Tafalla siguen imparables. Y es que el grupo de Voluntariado Urbano / Hiriko bolondresak, que nació en 2019 con la intención de ofrecer un apoyo altruista a las laboras que realizaba la brigada municipal así como la de crear un entorno más agradable donde vivir, mejorando mediante el auzolan y el trabajo desinteresado los lugares de la localidad y su entorno que se encuentran en estado de abandono, se han convertido en un pilar imprescindible de la localidad. Un pilar que en sus casi cinco años de andadura han realizado infinidad de trabajos de distinta índole: desde desbrozar o embellecer entornos municipales, como los aledaños del puente de la Panueva, el barrio de la Peña, las Comarcales o el Pasadizo del Txistulari, hasta, por ejemplo, crear un huerto para los usuarios del Santo Hospital.

Su último proyecto, sin ir más lejos, lo presentaron el pasado mes de diciembre, y se trató de una piedra, ubicada actualmente en el Parque del Conde, de 4x3 metros y 8 toneladas de peso que recoge en su superficie el plano de la localidad así como sus diferentes atractivos rurales.

Un 2024 ambicioso

Este viernes, el grupo –casi- al completo se reunió en una de las salas del Centro Cívico de Tafalla para presentar los 10 proyectos, además de continuar con las labores de mantenimiento sobre los trabajos realizados en los últimos años, en los que quieren trabajar durante este 2024. Entre otras cosas, tienen previsto acondicionar algunas caleras situadas en el Monte Plano, construir una cabecera para la fuente que ya recuperaron hace dos años en el prado de Valditres, derribar un muro de mampostería situado entre las calles Monte Buskil y Misericordia así como restaurar la propia zona limpiándola y pintando un mural artístico o culminar con la restauración iniciada en 2023 de la caseta de Chispas. 

También quieren identificar los 16 caseríos de Tafalla, a través de la colocación en la fachada principal de los mismos de un cartel informativo; restaurar de forma completa el jardín ubicado en la carretera Estella para su transformación en una zona ajardinada “que por su diseño, materiales y formas será innovador, particular y completamente diferente al resto de jardines realizados en la ciudad”; y acondicionar el muro que separa la trasera de la calle Felipe Gorriti y el frontón de Carabanchel, ya que este lugar “en su día fue un jardín cubierto de vegetación, aunque a día de hoy se encuentra en estado de abandono total, por lo que trabajaremos para recuperar la totalidad de las jardineras, dotándolas de la vegetación floral necesaria, incluso reposición de tierra vegetal y puesta en marcha de sistema de riego automático ya existente”, explicaba Santi Zabalza, portavoz en el día de ayer del grupo del Voluntariado Urbano.

“Al igual que ocurrió el pasado año, la segunda parte de nuestra labor estará enfocada en el mantenimiento de todos los trabajos que ya hemos hecho, porque no los hacemos y nos olvidamos de ellos, sino que queremos que estos lugares que adecentamos con tanto cariño y esfuerzo, permanezcan en perfecto estado de conservación. Realizaremos por ejemplo el desbroce y poda de arbolado o la limpieza de las basuras que se puedan acumular en dichas zonas”, puntualizaba Zabalza.

Balance 2023

La reunión también sirvió para hacer balance de las actuaciones del pasado 2023, que según detallaba Santi Zabalza, “nuestro trabajo está estimado en 3.000 horas de trabajo”. “El Gobierno de Navarra nos otorgó una subvención de 9.000 euros para un proyecto que nosotros habíamos presupuestado en 11.250 euros. El Ayuntamiento de Tafalla nos concedió los 2.250 euros restantes, con lo que pudimos acometer el 100% de los proyectos planteados y únicamente nos pasamos del presupuesto en 8 euros”, finalizaba.