En una mañana veraniega, a txaranga La Cigarra ofreció este domingo en la plaza de Olazti un concierto muy especial. Y es que estaba dedicado a todos los miembros que han pasado por el grupo y sobre todo a aquellos ya fallecidos. A todos ellos quisieron agradecerles la participación que han tenido. “Su dedicación se ve reflejada en el gusanillo que nos han transmitido por la música”, destacó Pedro Jiménez, maestro de ceremonias para la ocasión.

Pero el concierto tenía una dedicatoria con nombres propios, los de Nicolás Camuel y Alejandro San Román, recientemente fallecidos y a cuyos familiares, a su hija Sagrario Camuel y a su viuda María Dolores Ganuza, respectivamente, se les entregó sendos ramos de flores en su memoria y muestra de afecto

Así, tocaron un repertorio en el que incluyeron algunas piezas que interpretaron estos veteranos músicos y algunos pasodobles con los que tanto disfrutaban. Para la ocasión, a la formación actual, con 12 músicos de entre 18 y 70 años, se unieron muchos más que forman parte de esta historia y también varios txikis que vislumbran un futuro.

La Cigarra se creó hace unos 45 años, una fecha en la que no se ponen de acuerdo, cuando un grupo de jóvenes de Olazti que andaban en la banda y en la academia de música decidieron formar una txaranga para las fiestas del pueblo. Desde entonces no ha fallado en las principales celebraciones de esta localidad de Sakana con el mismo espíritu de sus comienzos, disfrutar y hacer disfrutar. En reconocimiento a su labor, en 2019 la comisión de fiestas del Ayuntamiento de Olazti decidió que lanzaran el cohete con el que arrancaron las fiestas de Santa Ana. Fue propuesta más votada entre las diferentes presentadas.