Si hace apenas unos días era Santacara la localidad de la Zona Media que volvió por unas horas al pasado para exaltar sus raíces, durante este domingo fue el turno de Miranda de Arga. En esta ocasión, los vecinos y vecinas se transformaron por unas horas en agricultores, ganaderos, heladeros y en otros tipos de oficios derivados del mundo rural para celebrar la vigésimo tercera edición del Día del Mundo Rural. Esta cita, que habitualmente se celebraba el tercer domingo de julio, adelantó la fecha para huir el intenso calor de los últimos años, “un acierto total, ya que ha venido muchísima gente y el clima es súper agradable. Seguramente mantengamos esta fecha para futuras ocasiones”, aseguraba María Pilar Ibero, alcaldesa de Miranda de Arga. 

El día comenzó con exhibición de labores agrícolas, tanto manuales, como siega a mano y labranza con layas, como con maquinaria antigua: carga de paja, labranza y trilla. Iván Otazu, un joven mirandés, fue uno de los que no dudó en coger la hoz para segar el trigo. “Un familiar me enseñó hace tres años cómo segar a mano. Es más complicado de lo que parece a simple vista, ya que para tener una buena técnica se necesitan muchas horas de práctica, tantas como han metido nuestros padres y abuelos a lo largo de su vida”, exponía.

Otra joven mirandesa, Lorea Enciso, tampoco quiso perderse este día y junto a su abuela y sus tías, se dedicó a elaborar helado de limón a la antigua usanza. “Llevamos desde las 7 de la mañana haciendo el helado, para el cual hemos utilizado 70kg de limones. En mi caso es algo que he visto hacer desde pequeña y espero que esta forma de hacer el helado así como este día del Mundo Rural no se pierda. De hecho, los jóvenes del pueblo estamos muy involucrados con Miranda y nuestras tradiciones, y cada vez participamos más”.

Más oficios recreados fueron personas que injertaban, vareaban colchones, cosían alpargatas, cocinaban tostones, trenzaban ajos, trabajan la piedra o elaboraban ladrillos. Ya por la tarde, el plato fuerte fue la demostración de deporte rural, evento con el que finalizó la jornada.