Fue en agosto del 86 cuando un joven tafallés decidió presentarse al puesto de coordinador de cultura en la corporación de su pueblo. Entonces había unas ayudas del Gobierno de Navarra para contratar técnicos de cultura, y el Ayuntamiento de Tafalla sacó una plaza a tiempo parcial para el cargo. Años más tarde, en el 90, salió la plaza definitiva, aprobó la oposición y desde entonces ha sido técnico de cultura. 38 años después, el licenciado en Geografía e Historia Javier Ayerra, popularmente conocido como Atxu, se jubila.

Recuerda sus inicios en el puesto y valora cómo ha ido cambiando la situación cultural del municipio. “Cuando empecé como coordinador no había más que una máquina de escribir y lo moderno era hacer fotocopias. Entonces estaba la Casa de Cultura con un escenario al que yo llamaba caja de cerillas. Tenía su aquel, había que saber trabajar con ella, pero tenía varios problemas. Había muchas cosas que no podías hacer como danza, que era imposible de organizar. Si querías hacer un concierto de grupos grandes tenías que echar manos de las Iglesias, hacíamos cosas en la plaza de toros con no muy buenas condiciones, la sala de exposiciones era más pequeña… También había un problema de vecindad, porque la biblioteca estaba en la Casa de Cultura, donde también estaba la Escuela de Música. Era un dilema porque mientras uno estudiaba al lado había alguien tocando cualquier instrumento”, recuerda.

Tras varios años en el cargo, Atxu indica que el salto cualitativo y cuantitativo de la cultura en Tafalla se dio con la construcción del espacio Kulturgune. Desde entonces las infraestructuras culturales y las condiciones de esos espacios han mejorado exponencialmente, por lo que a temas de espectáculos se refiere, “existe la opción de hacer lo que quieras”. Asimismo, los grupos culturales municipales pasaron de ensayar “en locales pequeños a sitios muy bien dotados técnicamente”.

Atxu recalca que la cultura no es solamente actividad, y que Tafalla “es muy rica en lo que a conjuntos culturales respecta, ya que hay un gran elemento humano y mucha gente dispuesta y con ganas”. Según él, “esos grupos están en un momento de desarrollo muy interesante”. Hay variedad de grupos que se mueven en torno a diferentes campos como la música, el teatro, la danza o la fotografía. Igualmente se cuenta con un patrimonio arquitectónico inmaterial de costumbres y tradiciones muy rico el cual se ha desarrollado mucho a nivel de fotografía antigua. “Me siento muy orgulloso porque hemos recuperado un montón de fotos de antes. También contamos con un gran patrimonio arqueológico, que se han descubierto nuevos yacimientos los cuales hay que investigar, desarrollar, y demás. Todo esto es un reto para esta corporación y las que vengan”, anota.

Culturalmente hablando Tafalla tiene “muchas puertas abiertas”, y Atxu subraya la necesidad de una mayor dotación económica para el desarrollo de diversos propósitos. “Hace poco Joaquín Mencos dijo que a Tafalla le hacía falta un museo, y es que efectivamente. Por ejemplo a nivel patrimonial se podría utilizar Recoletas aunque ya hay algún proyecto por ahí”. Así, anota que el edificio del Sempa es un espacio con grandes oportunidades para la realización de proyectos artísticos de gente joven y demás labores creativas. “El Sempa tiene muchas posibilidades y no demasiado caras, yo lo veo como una gran oportunidad la cual puedes plantear a nivel de ferias, para creación de proyectos artísticos de gente joven… Creo que ese edificio es casi lo que le falta a Tafalla, porque ya hay un Kulturgune, una biblioteca, la Casa de la Juventud…”.

“Considero que ha sido una trayectoria bonita, porque claro, el puesto era interesante, con cabida a ideas, con desarrollo de actividades culturales de temas de patrimonio histórico y demás. Quizá de este puesto solo se ha visto la parte bonita, pero también tiene sus pegas; hay que contratar, licitar, tener dinero, hacer la gestión presupuestaria… He de decir que igual de lo que más contento estoy de mi trayectoria es del hecho de haber organizado durante estos años más o menos 4.100 actividades sin contar el tema del cine. En principio la valoración es positiva, si no, no me hubiese quedado 38 años”.