Miguel Mayi María Juanicotena Hita, último lanzador del cohete de fiestas de Elizondo, ha fallecido a los 77 años de edad después de una larga enfermedad que soportó con entereza ejemplar.
De 77 años, natural de Elizondo, hijo de Alejandro Juanikotena y de Bittori Hita, era el segundo de tres hermanos, Alejandro (+), él y Germán, se ocupó durante años del disparo de la cohetería en Elizondo, al menos desde su etapa de kargodun (ayudante) del alcalde Txomin Goienetxe, en todos los festejos y actividades populares, además de organizar el grupo que en paraje de Ermitaldea recibía con cohetes, antorchas y bengalas a la cabalgata de los Reyes Magos, de la suelta de vaquillas con Josetxo Urrutia, como aficionado que corrió por años el encierro de Pamplona, el asado del zikiro de las fiestas con el zugarramurdiarra Fermín Amorena y los elizondarras Remigio Lizasoain y Benito Elizagoien, montañero con Baztango Mendizaleak y dispuesto a colaborar de forma cívica y desinteresada por cualquier necesidad o iniciativa que surgiera en Elizondo.
El pasado 24 de julio, víspera de Santiago Apóstol, el alcalde y kargodunak de Elizondo le ofrecieron lanzar el chupinazo de las fiestas patronales, en reconocimiento a su dilatada colaboración, y aceptó agradecido: “Igual es el último de mi vida”, nos confesó consciente de su estado de salud. Todo un ejemplo.
Mayi era una persona muy querida en el valle de Baztan, especialmente en su pueblo. Para él fue un orgullo poder dar comienzo a las pasadas fiestas, en las que fue homenajeado por sus paisanos y allegados en agradecimiento a su labor durante toda su vida. Un gesto con el que se quiso agradecer todo lo que ha hecho por el pueblo. Gracias a su generosidad y su ayuda durante muchos años, Elizondo ha podido contar con vaquillas, sokamuturra, zikiros, fuegos artificiales en fiestas de Txokoto, bengalas en la cabalgata de Reyes...
LANZADOR DEL COHETE
“Con los zikiros empezamos en el año 81-82, con Txomin Goienetxe, que nos hizo kargodunes”, recordaba. “Empezamos a hacer sin más, no había ni que apuntarse. Hicimos para 30. Y al año siguiente aquello se duplicó. Y así, cada vez más, hasta ahora, que se venden 600 tickets”, explicó.
Desde siempre le gustó la pirotecnia y entre sus aficiones también estaban las vaquillas y los toros. Durante más de 50 años participó en el encierro de San Fermín y destacó la ocasión en la que intentaron hacer uno en Elizondo, pero las vaquillas terminaron por escaparse al monte.
Siempre dispuesto a ayudar, ahora le toca recibir de vuelta. “Quiero agradecer al pueblo el detalle y este cohete se lo voy a dedicar a M.ª José Goicoechea Echenique, que falleció en marzo. A ella y su familia”, dijo.
También quiso dedicar el honor a su familia, que le están “apoyando y ayudando” con su enfermedad. Además, no se olvidó de “todos los compañeros y amigos que ya no están aquí.”