“Tierra Estella es una de las comarcas más afectadas por el amianto de todo el Estado”, aseguró Juan Antonio Castilla de la asociación ADAVAN en un encuentro organizado por Mancomunidad de Montejurra. Un encuentro abierto a los representantes municipales de Tierra Estella , además de afectados por el tema, con el fin de abrir los ojos sobre un problema enquistado como ha sido el contacto que miles de trabajadores han tenido a los largo del tiempo con el amianto y que cada año se cobra nuevas víctimas, “hay cálculos que aseguran que podrían alcanzar las 130,000 muertes en el Estado para 2050”, aseguró Castilla.
Es la impresión que también tiene Isabel Vicuña, trabajadora de la empresa estellesa Agni, una factoría de estufas entre cuyos componentes tenía el amianto “especialmente tras la fabricación de las catalíticas”. Isabel relató las duras condiciones laborales en las que todo el personal de la fábrica estuvo expuesto al amianto sin que desde la dirección se hiciera algo por impedirlo. “Eran unas sábanas que se transportaban por todo el edificio extendiendo el polvo del amianto y que también entraba a las oficinas a través de las ventanas”. También relató las dificultades de los trabajadores para protegerse con una simple mascarilla por la negativa de la empresa; una desprotección que se ha ido traduciendo en decenas de afectados “hemos enterrado a muchos compañeros a lo largo de 30 años, todos víctimas del amianto”, aseguró Vicuña.
Juan Antonio Castilla, portavoz de ADAVAN, explicó la realidad de la exposición al amianto, un mineral altamente cancerígeno utilizado en las décadas de los 70, 80 y 90 y que, finalmente, fue prohibido en 2002, “aún quedan enormes cantidades de amianto instaladas en infraestructuras agrícolas, ganaderas y,particularmente, en zonas industriales de Navarra, que ahora representan un riesgo para la salud pública”. Castilla criticó la falta de acción por parte de las administraciones públicas y se dirigió a la presidenta María Chivite, para asegurar que el plan director de eliminación del amianto aprobado ya en 2017 “está metido en un cajón”.
Pero el problema de amianto tanto en Tierra Estella como en el resto de Navarra, no tiene visos de desaparecer en varias décadas. Primero porque la extensión: Navarra cuenta con más de 18.000 edificaciones con amianto de las que casi 5.000 están en Tierra Estella que tiene una superficie total de 1.316.383 m², lo que representa alrededor del 22% de todo Navarra.
El técnico de prevención del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Aingeru Pérez, aseguró que ya estas cifras se han reducido desde el 2020 a septiembre del 2024 en localidades de zona Estella “bajo planes específicos ,110.349 m²”, aunque a día de hoy quedarían todavía más de 1,2 millones de m².
En este sentido, Pérez explicó las obligaciones legales de los ayuntamientos para realizar un censo de las instalaciones con amianto “antes de 2028 y proceder a su retirada”. También reconoció que, pese a la unánime aprobación del Plan Director de Eliminación del Amianto en Navarra, los avances están siendo lentos, tanto por la falta de recursos como de financiación. Así mismo, alertó sobre los desafíos técnicos de identificar y gestionar el amianto, señalando que su presencia no siempre es visible y requiere estudios detallados de los edificios. “La vida útil del amianto está llegando a su fin, lo que aumenta el riesgo de que se convierta en un problema de salud pública a gran escala”.
En este sentido, desde ADAVAN, Juan Carlos Castilla aseguró que “no queremos cargar a los ayuntamientos con esta responsabilidad y hay que pensar que quitar un metro cuadrado de material puede costar entre 40 o 50 euros, pero sí tienen que ser conscientes las entidades locales del peligro que hay y tienen que presionar a quien pueda solucionarlo”, aseguró Castilla.