Cinco días después de que la junta general extraordinaria de accionistas de Sunsundegui anunciara que entraba en concurso de acreedores sin liquidación, cientos de personas, unas 2.000 según el comité, se manifestaron el domingo en Altsasu por el futuro de esta empresa carrocera en la que trabajan en la actualidad 367 personas. Así, pidieron el compromiso de todas las partes implicadas para la búsqueda de una alternativa con un plan industrial. “Pese la gravedad de la situación, podemos tener una oportunidad ya que creemos que Sunsundegui es una empresa con mercado, siendo estratégica para Alsasua, nuestra comarca y para toda Navarra. En unos tiempos además, donde la movilidad va a sufrir numerosos cambios”, señaló David Trevejo, de UGT, presidente del comité de empresa y encargado de leer el comunicado suscrito por este sindicato, que cuenta con cinco delegados, así como por LAB (3), y ELA (2). El comité se completa con tres miembros de CCOO, que apoyaron la movilización pero cuyas siglas no figuraban en la pancarta a modo de protesta por “la retirada de apoyo”, según afirmaron Juan Antonio López Cid y Jokin Alguea.
“Se deja atrás el pre-concurso y la empresa quema una etapa más hacia un desenlace lleno de incertidumbre”, destacó Trevejo. “Ni la plantilla ni nadie en esta zona entendemos que en pocos meses hayamos pasado de poder crear 800 puestos de trabajo al riesgo de perderlo todo. Como ejemplo, el cierre de Azkenga en Etxarri y Olazti, así como el mal momento que están atravesando el resto de proveedores”. Asimismo, señaló retrasos en el pago de las nóminas y que “la plantilla ha realizado numerosos esfuerzos en sus condiciones de trabajo durante los últimos años”.
SINDICATOS
“Es prioritario reconducir las relaciones con Volvo. Para ello, necesitamos que tanto el Consejo de Administración como el Gobierno de Navarra estén a la altura, esto es esencial, cualquier posibilidad de futuro para por tener buenas relaciones con Volvo”, señalaron desde UGT, al tiempo que mostraron su disposición a explorar todas las alternativas de inversores industriales con futuro.
“Estamos pagando la gestión que durante 14 años ha hecho Ignacio Murillo de la empresa. Como sindicato llevábamos tiempo advirtiendo al Gobierno de Navarra y a Sodena. Hace falta un inversor que cambie la forma de producir y hacer las cosas”, incidió Oskar Telletxea, delegado de LAB. “Todas las ayudas, tanto públicas como privadas, que se han dado, no han servido para el beneficio de los trabajadores, que han pagado con recortes salariales y en las condiciones laborales todas las consecuencias de la mala gestión de la planta. Lo único que nos queda es la lucha y la persistencia”, afirmó Telletxea.
Lo cierto es que entre la plantilla había muchas críticas a la gestión de la empresa y también al acuerdo llegado con Volvo para la fabricación de dos modelos de alta gama. “Cuando vimos la realidad, que la capacidad de fabricación y tecnología que traían ellos era inviable en las instalaciones de Sunsundegui, lo que podía ser muy bueno se convirtió en algo malo. Trabajo hay pero hace falta inversión en una planta obsoleta y una gestión real”, contaba Sergio Martínez, de 39 años, 11 de ellos en la empresa. De parecida opinión era Idoia Ganuza, de 51 años, 15 en la empresa. “Murillo nos ha roto y nos ha dejado en esta situación. Pinta fatal. La planta no estaba preparada”, observó. Asimismo, había quejas entre la plantilla por la falta de información.
MOTOR ECONÓMICO
En el peor de los escenarios, el cierre afectaría a la plantilla de Sunsundegui y también a la de otras empresas que trabajan para la carrocera, un mazazo para el empleo en la zona. Y es que trabaja con más de 20 empresas auxiliares, de las que la mitad se encuentran en Sakana. Lo cierto es que la mayoría de los y las sakandarras cuentan con familiares o amistades que ven como su empleo pende de un hilo, muchos de los cuales salieron ayer a las calles. Era el caso Jesús Mazkiaran, trabajador de la empresa desde los 15 a los 61 años con un hijo empleado en la actualidad, mostraba su preocupación y tristeza por la situación actual. “También nos tocó pelear y hubo momentos difíciles, sin trabajo, pero ahora es diferente”, apuntó. Crisanto Claver, también ex trabajador de Sunsundegui y familia en la planta, se mostraba más optimista. “No pueden dejarla caer”.
Al igual que Patxi Bengoetxea, prejubilado de Eguzkia que ayer también salió a la calle, muchas personas se preguntaban cómo era posible el giro de 180º en la situación de la empresa en meses, de perspectivas de bonanza al concurso de acreedores. Arantza Martiartu, de Pamplona, y Eva Parrizas, de Altsasu, eran dos de las 150 personas contratadas hace un año para hacer frente al acuerdo con Volvo, trabajadores y trabajadoras que han pasado de la ilusión por su futuro laboral a un horizonte oscuro casi negro.
Apuntes
Búsqueda de inversores. El mismo día en el que se presentó el concurso de acreedores, el consejero de Industrial, Mikel Irujo, compareció en comisión parlamentaria a petición propia. Entre otras cuestiones, informó de que ha habido conversaciones con una decena de inversores pero sin una oferta firme y que Volvo ha adelantado pagos por valor de 7 millones. Asimismo, insistió en que el Gobierno “peleará hasta el último momento” por el futuro de la carrocera.
Deuda. La deuda financiera y operativa de la compañía a 30 de junio ascendía a 48,8 millones, 8,9 millones de proveedores y 39,9 millones correspondiente a préstamos hipotecarios y a líneas concedidas por ICO, Sodena y Fonrec. “De julio de 2023 a junio de 2024, la compañía ha ido perdiendo margen principalmente por los sobre costes no reflejados en los precios y por la no adecuación del personal a la producción”, explicó Irujo.