Olentzero recorrió las calles de Lumbier en una edición redonda, la de su 50 aniversario y las llenó de nuevo de ilusión y tradición. Su visita, una de las más queridas y esperadas de la Navidad acompañado de Mari Domingi, comenzó en la residencia encabezada por el zanpazar, un elemento indispensable de la comitiva desde su primera salida 1974.
Partieron después a las Bodegas Azpea, desde donde los joaldunak les abrieron camino alumbrado por las antorchas de la juventud. El recorrido concitó todas las músicas: txalaparta, txistus, gaitas y la txaranga y en la plaza recibieron la bienvenida de la ikastola, Arangoiti y se rodearon del pueblo en una Noche buena de inmejorable ambiente.