“La situación en Gaza no es un alto fuego definitivo, sólo es una tregua de seis semanas para el intercambio de rehenes y para que entre ayuda humanitaria y 600 camiones al día” incidió Ola Arafat, presidenta de Salam Gaza Nafarroa, en la presentación de esta asociación constituida el año pasado en Navarra con fines humanitarios. Para ello, trabaja en estrecha coordinación con la gente local y diversas organización para optimizar recursos y ofrecer una actuación más integral sobre el terreno. Fue este pasado viernes en Altsasu, organizada por Sakana Harrera Harana. Arafat,galardonada con el premio Navarra de Colores 2024, estuvo acompañada por Chaimae Daoud y Txemi Pérez.

Tras la charla hubo una performance para denunciar la situación que se vive en Gaza. Asimismo, estos pasados días se ha podido visitar la exposición de artistas contra el genocidio en Palestina.

“Esta tregua ha abierto heridas que estaban cerradas. Toda la gente que emigró del norte al sur lo hizo para sobrevivir. Con la vuelta se encuentran que no hay casas, que sus familiares están debajo de los escombros, y se abren heridas. Han vuelto a la nada. Pero esta vuelta demuestra que lo que le importa a estas personas es su tierra y no se van a mover. El ocupante israelí ha hecho un genocidio físico pero no intelectual”, destacó.

Ante la nueva situación, Salam Gaza estudia otras prioridades. “Después de la entrada de la ayuda humanitaria quizás el pan y el agua no sean necesarios. Es importante la vuelta a los colegios de los niños y niñas de entre 6 y 12 años. Llevan 15 meses sin escolarizar. También es importante la ayuda psicológica después de todo lo que han visto. Si no les tratamos y les guiamos hacia el lado correcto se irán a otro que no queremos”. Al, respecto, destacó el deporte como herramienta. Otro proyecto es la formación a viudas, unas 18.000 según apuntó Arafat. El objetivo es doble. Por un lado, para que no estén pendientes de las ayudas y puedan generar recursos, y por otro a nivel psicológico para que estén ocupadas.

“Gaza nos necesita más que nunca. Quién se crea que la entrada de 600 camiones o la entrada de ayuda humanitaria va a solucionar el problema se equivoca. Solo se solucionará a través de las resoluciones de la ONU”, insistió.

Salam Gaza trabaja sobre el terreno en el reparto de agua potable y medicamentos, ayuda directa a las familias, acogida a niños y niñas huérfanas, comedores sociales, elaboración de pan por medio de la adquisición de hornos de leña. Más información en contacto@salamgaza.org.