Los jubilados de Estella-Lizarra siguen adelante en sus acciones con el fin de mantener su local de la calle Arieta, instando al Gobierno de Navarra y al Ayuntamiento de Estella-Lizarra a que vele por los 1549 socios y socias y a defender el interés público de sus inversiones en los locales que en su momento fueron de 60 millones de pesetas.
“Mantenemos la postura que nos dio la asamblea y defendemos” la validez del acuerdo entre Patronato San Jerónimo, Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Estella-Lizarra, firmado en 1990 por el que se estipulaba “por tiempo indefinido, el alquiler de los locales de la calle Arieta para la asociación de jubilados, así como el acuerdo alcanzado posteriormente en 2011”, aseguró ayer el presidente, Juanto Haro, acompañado del resto de los siete miembros de la junta y el abogado Borja Armañanzas.
Esta voluntad “firme” se verá expresada también en la calle ya que han convocado una manifestación, que se celebrará el próximo sábado 15 de febrero a las 12 horas. “Partirá desde el local de la calle Arieta e iremos hasta el ayuntamiento”. El lema que se plasmará en las pancartas será “No al cierre del club de jubilados” y “Ayuntamiento y Gobierno de Navarra, solución”.
Por su parte el abogado del club destacó la importancia que tiene en este caso la defensa de que la naturaleza de las acuerdos públicos adoptados en su momento con Ayuntamiento y Gobierno de Navarra que fueron los que firmaron los convenios, “ya que estos intervinientes son instituciones públicas”, tanto en los acuerdos de 1990 como en los de 2011. “Un bien de dominio público destinado a bien social”. “Una estipulación en favor de terceros sin posibilidades de revocación particular”, aseguró Armañanzas.
La junta acordó también el mandato de la asamblea de defender los actuales locales sobre otras opciones como la que supondría un nuevo local en terrenos municipales del Agua Salada en los que “deberíamos” pagar 150.000 euros lo que supondría un precedente ya que “nunca los jubilados de Navarra han pagado por tener un club”, aseguró Haro, quien se temió que entrar en esa dinámica podría dinamitar la unión de los jubilados. “Cuando tengan las cuentas claras que se dirijan a nosotros y será la Asamblea quien decida”. De momento destacaron las más de 2.000 firmas de apoyo que han recibido en las ultimas semanas.