Festividad de Santa Águeda, este miércoles era día de cohetes en Altsasu, una celebración que volvió a mostrar su arraigo en la villa con quintas de diferentes edades que conmemoraron a la mártir siciliana. Esta fiesta relacionada con la juventud comienza en torno a la mayoría de edad y establece un vínculo que queda marcado para toda la vida. Se empieza a lo grande, con cinco días de celebraciones que se sufragan en una colecta popular. Este son año 57 jóvenes, 29 chicas y 28 chicos.
La cuestación sólo se realiza el primer día. Antes de amanecer quintos y quintas se pusieron a la tarea para apelar a la generosidad de altsasuarras y foráneos. Tuvieron suerte. Día de mercadillo, ayer había más movimiento de lo habitual en una fría mañana en la que se asomaba el sol. Asimismo, acudieron a centros educativos y polígonos industriales. “Diru pixkat kintoendako”, “un dinerico para los quintos”, repetían una y otras vez cuando paraban a viandantes y automovilistas, los chicos bandeja en mano y las chicas con una pequeña cesta. Y es que la puesta en escena de esta fiesta es importante, ellos vestidos de blanco, con dos pañuelos cruzados en el pecho y otros dos colgados del cuello. También llevaban el palo de Santa Águeda, una vara adornada con cintas de colores, bordadas o dibujadas, que sólo se saca el primer día. Las quintas vestían de caseras con pañuelos.
Otra fuente importante de ingresos se obtiene con la entrega de tortas en comercios y bares. La recogida es tarea de las reinas y reyes. Este año son Olaia Macia Mendia, Ainhoa Calvo Fuentes, Kepa Amillano Santano y Gorka Díaz Diego, elegidos por la suerte el pasado 6 de enero. En compañía de los txistularis: Cruz Mari Martínez, Jesús Irisarri y Hodei Alegre así como el botero, Euken Apaolaza Martínez; la botera, Maitane Moreno Mendoza, la botera, y la burra Pantxika que llevaba las alforjas para el dinero, se acercaron a diferentes puntos donde les esperaban quintos y quintas con sus tortas. En todas las paradas, cómo manda la tradición, se bailó una jota y una porrusalda, a las que se unieron familiares y amistades. La tarea se alargó hasta entrada la tarde, con apenas un descanso para comer y recuperar fuerzas para los zortzikos, el baile imprescindible en las celebraciones de Altsasu y que deberán bailar todos y todas a lo largo de los próximos días, a partir de las siete de la tarde en la plaza. Para salir airosos lo han ensayado estas últimas semanas en el frontón. Las celebraciones continuarán hasta el domingo.
OTRAS QUINTAS
Ayer también se volvieron a reunir otras quintas que este año cumplen aniversarios redondos. Por un lado estaban los que celebraron 25 años desde su Santa Águeda, 60 en total, con plan par todo el día, al igual que la 1984, que entra en los 60 años de edad. Eran 72 personas. Asimismo, otras quintas que ya gozan de la jubilación se juntaron ayer. El resto deberá esperar al sábado.