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En Altsasu continúan de carnaval

La magia de esta fiesta pudo con las fuertes rachas de viento y lluvia en un día desapacible en lo meteorológico pero lleno de color y humor. Era el sábado piñata y todo era posible.

En Altsasu continúan de carnavalNerea Mazkiaran

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En Altsasu se resisten a quitarse la máscara. Después de darlo todo el pasado martes en un multitudinario carnaval rural, este sábado era el turno del piñata, la cara urbana de esta fiesta irreverente en la que todo es posible. Y quedaban ganas. Aunque la meteorología no acompañó, con fuertes rachas de viento y lluvia a ratos que obligaron a suspender la actuación de Jamaica Shown, las calles de la villa se llenaron de color y humor. Ya dice el dicho: al mal tiempo, buena cara. Eso sí, con cuidado de que sombreros, pelucas y elementos de atrezzo no salieran volando.

Para no perderse el ambiente, un grupo de mujeres de cierta edad se cogió buen sitio en la plaza mientras hacían punto y hablaban de sus cosas. Además, algunas no se resistieron a bailar algunas de las piezas que tocó la banda Haize Berriak, con mujeres de diferentes épocas, algunas reales y otras inventadas, en un guiño al 8 M. Además, a la batuta iba otra mujer, Jasone Etxebeste, la primera directora de la banda de Sakana. Lo cierto es que el Día Internacional de la Mujer estuvo presente en otros disfraces, entre los que no faltaron sufragistas, que miraban mal al grupo de Donald Trump, que acudió a la villa con algunos de sus seguidores. Pero más valía andarse con cuidado, que algunos iban armados.

El carnaval bebe de muchas fuentes, también de la realidad. Así, un grupo de txikis pidieron futuro para Sunsundegui. No obstante, el cine suele ser la principal fuente de inspiración, sobre todo para una cuadrilla que ayer se metió en la piel de protagonistas de conocidas películas como Forrest Grump, La Bella y la Bestia o Mary Poppins que saltaron de la gran pantalla. También cobraron vida personajes de Monstruos SA, de Trolls o Charlot por citar algunos.

De los años 80 llegó una cuadrilla en plena movida madrileña, que compartía espacio con otra que estaba de safari por el África profunda y María Antonieta junto a parte de su séquito camino a la guillotina. También andaba por ahí un grupo de monjas de Belorado con el obispo de turno en plena mudanza. Y es que parece que se ha hecho efectivo el desahucio. Además, no quisieron perderse la oportunidad de hacer negocios y la madre abadesa aprovechó para vender lingotes de oro que tenía a buen recaudo.

Moteros, artistas de circo, pingüinos, aguerridos vikingos, abejas, chinos celebrando su año nuevo, Don Quijote, jeques árabes en camello, esquimales, jugadores de béisbol o astronautas en misión espacial también se unieron a la fiesta. Pero si hubo ayer un disfraz que triunfó fuel de autos de choque, con al menos cuatro cuadrillas que chocaban entre sí con la plaza convertida en una gran pista. Dada la competencia, tuvieron que tirar de merchandising de toda la vida para captar clientela, es decir, precios especiales, y música a tope, con Los Chichos como grupo estrella.