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Aezkoa se reencuentra en la romería a Orreaga / Roncesvalles

A pesar de la escasa participación, la procesión que da inicio al mes de mayo sigue siendo una de las romerías más vistosas

Aezkoa inicia el ciclo de romerías a Orreaga / Roncesvalles.Patricia Carballo

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Buen tiempo, emoción y tradición marcaron el regreso del valle de Aezkoa a Orreaga/Roncesvalles este 1 de mayo, en una de las romerías más antiguas y simbólicas del Pirineo navarro. 

La jornada comenzó con la salida a pie desde la iglesia de Garralda, donde apenas ocho romeros partieron a las 8 de la mañana. Tal y como se hacía antaño, los caminantes recorrieron parte del trayecto a pie, aunque hoy en día muchos fieles se suman más adelante, en el cruce de Arrobi, entre Auritz-Burguete y Aurizberri-Espinal, donde se celebra el habitual almuerzo previo a los últimos pasos hacia Roncesvalles.

El desfile procesional estuvo presidido por Maider Zalba e Iratxe Andueza, que portaban la bandera, seguida de las cruces parroquiales y varios penitentes caminando en dos filas, cubiertos con túnicas negras y portando pesadas cruces de madera sobre los hombros. En el centro de la comitiva, destacaban las nueve cruces parroquiales, una por cada pueblo del valle y continuaban los estandartes también de cada pueblo, varios alcaldes ataviados con el traje típico y varias personas con los trajes regionales del valle de Aezkoa. 

A su llegada a la Real Colegiata de Roncesvalles, los y las aezkoanas fueron recibidos por el prior de Roncesvalles Bibiano Esparza y, posteriormente, los habitantes de Aezkoa participaron en la misa en honor a la Virgen, en la que las autoridades municipales depositaron sus bastones de mando ante la imagen, como gesto simbólico de que, en este día, la Virgen de Orreaga ostenta la alcaldía de todos los pueblos del valle.

Aunque el formato y la participación hayan variado con el paso de los años, la romería a Orreaga/Roncesvalles sigue siendo una jornada especial para muchas personas del valle, donde la fe, la identidad y el reencuentro se entrelazan al pie del Pirineo.