Navarra derriba 15 azudes en un año para restaurar ríos y recuperar su hábitat
El consejero Aierdi visita la intervención realizada en el río Ega a su paso por Arquijas, primera actuación que promueve en la Comunidad Foral el programa internacional Open Rivers
Navarra ha acometido ya el derribo de un total de 15 azudes durante el último año, intervenciones que buscan restaurar los cauces fluviales naturales liberándolos de estos obstáculos, recuperar las condiciones naturales originarias de sus riberas y evitar la fragmentación de los hábitats que estas infraestructuras en desuso provocan en los ecosistemas –vegetación o especies acuáticas- de estos lugares.
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El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno foral, José Mª Aierdi, ha visitado hoy en la localidad de Zúñiga la última de estas intervenciones finalizada, el derribo del azud del viejo molino de Arquijas / Arkixa, en la cabecera del río Ega. Esta actuación mejorará, en un tramo especialmente valioso de la Reserva Natural del barranco de Lasia y la ZEC de los ríos Ega y Urederra, las condiciones de hábitat de especies como la nutria, la trucha, el visón u otras especies de peces autóctonos que se encuentran en un estado desfavorable, así como la renaturalización de todo el entorno, a ambas orillas del río.
“La recuperación de las condiciones naturales de los ríos, que han sido históricamente alteradas por la acción humana a través del aprovechamiento de sus cauces, además del beneficio medioambiental para la biodiversidad, implica también apostar por la recuperación del patrimonio natural y cultural de nuestros pueblos”, ha señalado el consejero Aierdi, quien ha destacado que la eliminación de azudes e infraestructuras obsoletas “supone una línea de acción clave del Departamento dentro de la estrategia de mejora de los ecosistemas fluviales y la biodiversidad de la Red Natura 2000”.
Actuaciones forales, municipales y privadas
Esta es la primera actuación que ejecuta en la Comunidad Foral el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), asociación que gestiona fondos del programa privado internacional ‘Open Rivers’ que ha financiado el proyecto. Anteriormente, la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha promovido, desde 2024, el derribo de otros 9 azudes -3 de ellos, cofinanciados a través del proyecto europeo Life Kantauribai, que gestiona la sociedad pública GAN-NIK- con una inversión total de 540.000 euros.
Las citadas actuaciones del Gobierno foral y CIREF se completan con otros 4 proyectos públicos –tres acometidos por el Ayuntamiento de Pamplona / Iruña en el río Elorz y una restitución de cauce realizada por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) en la localidad de Donamaria- y una demolición promovida por el propietario privado, tras la finalización de la concesión de un aprovechamiento en la regata de Latsa, a su paso por Arantza.
Por comarcas, diez de las intervenciones de derribos se han realizado en comarcas de vertiente cantábrica –seis en la cuenca del Bidasoa, además de Arakil, Leitzaran y Baztan- y las cinco restantes, en la mediterránea: las tres del río Elorz y otra en el Urrobi, además de la visitada hoy del paraje de Arquijas, en el río Ega.
En la visita de hoy al molino de Arquijas en Zúñiga han participado también el alcalde anfitrión, Pedro Mari Oteiza; los representantes de la asociación CIREF y el programa ‘Open Rivers’ Lluís Gode, Camila Kuncar y Gina Sorolla; la comisaria de aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Miriam Pardos; así como la directora general de Medio Ambiente del Ejecutivo foral, Ana Bretaña, y por parte de su equipo técnico de Biodiversidad y Cambio climático, Enrique Eraso, María Eugenia Hernando y Arantxa Ursúa.
Labores de derribo y renaturalización
Las obras de eliminación física de un azud de 3,5 metros de altura en Arquijas fueron ejecutadas el pasado mes de octubre por la empresa especializada Naturalea, que reutilizó en la zona los materiales resultantes del derribo, así como también minimizó el uso de maquinaria pesada para evitar el deterioro del suelo y la vegetación.
El proyecto ha culminado ahora con el proceso de renaturalización del entorno, en cuyo desarrollo se han involucrado activamente el propio Ayuntamiento, la familia propietaria del extinto molino y otros agentes locales. Se ha procedido también a estabilizar los restos del edificio del molino preexistente y realizar labores de monitoreo en la zona para medir el impacto de la eliminación de la barrera en el hábitat y las comunidades de peces e invertebrados. Asimismo, se han colocado paneles explicativos de la intervención e información añadida sobre los antiguos usos del molino por parte de sus propietarios y la población local.
El Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF) es un organismo no gubernamental comprometido con la renaturalización de ríos en España y Portugal. Esta asociación trabaja con financiación de ‘Open Rivers’, un programa que concede subvenciones para la restauración de ríos europeos y que fue creado por la fundación benéfica Arcadia, una entidad privada de preservación del patrimonio natural y cultural.
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