Siete años después de la gran foto de familia de aquel Uskararen Eguna en la plaza de Garde, la pequeña localidad del Valle de Roncal acogió este sábado la 28ª edición del Día del Euskera, celebración que recorre los siete pueblos roncaleses desde hace 28 años.
La jornada, unión de reivindicación y fiesta, tiene un doble significado: reunir a sus habitantes y allegados en lo que es el día grande del valle, y reivindicar el euskera como patrimonio, su presencia y uso ayer y hoy en sus pueblos.
Con el lema del Uskararen Eguna 2025 Bizitea Biltu, la organización ha querido hacer un guiño a sus ascendentes: ”homenajear un antiguo uso que se le daba a nuestros bosques y montes: la recolección y aprovechamiento de los productos silvestres. Con él queremos explicar que se recoge lo que tiene vida para vivir; en estos caso los productos silvestres que recogían nuestros antepasados. Asimismo, queremos poner en el centro de nuestras vidas el uskara como algo vivo que recogemos y usamos para vivir. Un legado de nuestros antepasados para con nosotros”, explicaron desde la organización.
Uztárroz 2026
Y como fiesta itierante que es, el acto central del programa consiste cada año en la toma del relevo del pueblo que se encargará de la proxima edición. El lekuko pasó de Garde a Uztárroz y a la localidad roncalesa llegó en las manos de su vecina Amaia Orduna.
En esta ocasión, el acto abrió la jornada seguido de la apertura del mercadillo y del resto de actividades. A las 12.00 el vidangoztarra Gotzon Pérez Artuch, del grupo Bidankozarte estuvo al frente de una mesa redonda: Recogiendo la cosecha de nuestra fauna. La charla dio paso a las danzas, con los Jauziak, previos a la comida popular que reunió a 250 personas.
El mago Hodei en la sobremesa para las y los más txikis, la electro-txaranga Indarrok amenizó la calle por la tarde, hasta la venta de bocatas y cenas previas a los conciertos nocturnos que cierran habitualmente la jornada.
Garde y todos los pueblos vecinos gozaron de un espléndido día en el que, como es habitual, se volcaron para revivir el evento en torno al uskara, bajo el paraguas de Kebenko, que engloba a las siete villas. Con el grupo de voluntariado y la juventud de Garde, el apoyo del Ayuntamiento y de la Junta el Uskararen Eguna camina hacia la celebración de tres décadas de trayectoria.