El Gobierno foral ha adoptado, en su sesión de hoy, un acuerdo por el que se declara Bien de Interés Cultural la zona arqueológica denominada ‘Presa romana de Mues’, considerada una de las muestras de la ingeniería civil mejor conservadas de la época. El objetivo de la medida es proteger este yacimiento, dada su relevancia y carácter singular para el Patrimonio Histórico de Navarra.

Datado en los siglos I y II d.C., esta zona arqueológica fue descubierta durante unas obras de canalización realizadas en 2018 por la Mancomunidad de Montejurra. Ubicada cerca de la carretera NA-129, la instalación represaba las aguas del río Odrón para conducirlas a una ciudad aguas abajo, bien Curnonium (la actual Los Arcos) u otras más lejanas como Calagurris (Calahorra). 

La presa, de 50 metros de longitud y 5 de alzado, destaca por su magnífica fábrica en sillería y su buen estado general, sin alteraciones medievales o posteriores, con una torre de regulación del agua de la que aún se conserva la estructura de madera. Se considera una muestra de referencia para entender la técnica hidráulica romana. Además, en los sedimentos de la presa que quedaron tapados se han preservado semillas y restos de fauna de hace 2.000 años que también están siendo objeto de estudio. 

La declaración de este nuevo BIC se realiza a propuesta del Departamento de Cultura, Deporte y Turismo y cuenta con el informe favorable de la Comisión de Patrimonio Histórico del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes, que dio su visto bueno. La medida permitirá favorecer la conservación de los hallazgos en la zona y buscar la mejor opción para su difusión como valor histórico. 

Proyecto de adecuación y visita de la zona

Durante este año 2025, la Dirección General de Cultura va a acometer una serie de actuaciones de mejora y adecuación del entorno tras la declaración BIC y en los terrenos de propiedad privada. En concreto, se van a programar actuaciones de conservación y restauración en la presa que continuarán anualmente debido al tipo de material. La zona que quedará a la vista, accesible a visitas, es la acordada por arqueólogos, geólogos y profesionales expertos en conservación.

La Dirección General de Cultura trabaja en un proyecto de adecuación del entorno que consistirá en un vallado, colocación de cartelería y señalización de la zona en carretera con avisos y advertencias visuales y sonoras.