Un año más, el regreso de la virgen de Erkuden a su ermita fue motivo de fiesta en Altsasu. Por tanto, no faltaron vino, comida y zortzikos; los principales ingredientes de las celebraciones de la villa. Esta romería tiene fecha fija, el segundo domingo de julio, una vez finalizado el novenario en la parroquia. Llegó el miércoles 2. Volvió ayer en andas desde la parroquia, acompañada de decenas de personas que realizaron los tres kilómetros largos que separan ambos lugares; primero por el monte, a través de Larrezabal y Beikolar hasta llegar a Ulaiar, para continuar por la antigua N-1. En el trayecto se turnaron fieles para portar la virgen, de gran devoción en la villa. Prueba de ello es que numerosas altsasuarras o con vínculos con esta localidad, llevan su nombre. Muchas no faltaron ayer.
Finalizada la misa, al aire libre, llegó el momento de almorzar, sobre todo con bocatas traídos de casa. De la bebida se encargó el Ayuntamiento, que repartió agua y vino en las tradicionales tazas de plata. Además, la ermitaña, Belén Rubio, ofreció queso y vino que pagó de su bolsillo. Esta mañana de encuentros continuó con zortzikos.
La amatxo de Erkuden está relacionada con la meteorología. Según se dice en su canción, “en una mano tiene el sol y en la otra la lluvia; ella guarda para nosotros cuanto nos conviene”. En otra época, en una sociedad agrícolay en veranos especialmente secos, se sacaba a la virgen en rogativa, según recogió Jimeno Jurío en uno de sus trabajos publicados en la colección Navarra. Temas de cultura popular. Según cuenta, se llegó a meter la imagen en el río, durante días, con el convencimiento de que así llovería antes y más.
Su imagen originaria fue robada a principios del siglo XX. Fue sustituida por otra procedente de Valencia, hasta que en los años 80, Venancio Amillano talló una nueva imagen, que preside en la actualidad la ermita. Era la antigua iglesia del despoblado de Elkuren, desaparecido en el siglo XIV. Se trata de un edificio de estilo románico de planta rectangular y cubierta a dos aguas, con muros de sillería. En 1791 se añadió un cubierto