La Plataforma de afectados por las plantas solares fotovoltaicas de Oteiza y Villatuerta, presentó su propuesta de alegaciones al proyecto y denunciaron la creación de la subestación de alta tensión que se está realizando en Oteiza de la que rechazaron que sea un servicio necesario; “es el gran enchufe que ha abierto la puerta a una oleada de megaproyectos energéticos especulativos que amenazan con arrasar nuestro territorio”. En este sentido mencionaron sendos informes de Iberdrola y Teder, en 2007 donde las necesidades de Tierra Estella “quedaban cubiertas con la mejora y la creación de dos líneas de 66 kV, una desde el Sequero en la Rioja y otra desde Cordovilla”.
Denunciaron también que la subestación de Oteiza “es gigantesca” y que la potencia que se podría manejar en esta subestación abastecería 12 veces “la demanda de un consumidor tan grande y estratégico como es la factoría de Volkswagen Navarra”.
En este sentido, criticaron que esta infraestructura de distribución eléctrica no esté diseñada para cubrir la demanda local, si no para “ser el punto de evacuación masiva y sobredimensionado que permitiese a los promotores de grandes parques renovables externalizar sus costes y maximizar sus beneficios”.
Enigma Green Power
Señalaron que tanto los proyectos de Oteiza-Villatuerta y también el que podría realizarse en Lerín, “están siendo impulsado por ENIGMA GREEN POWER con un capital social de tan solo 3.000 euros, una filial de la italiana ENEL que posee el 70% de Endesa”. La plataforma denunció el silencio que mantienen el Gobierno de Navarra, la asociación de empresarios de Tierra Estella, LASEME, y, ”lo que es más grave, los propios ayuntamientos afectados”. Aseguraron también, que estas instituciones que deberían velar por el interés público “callan y no informan a la ciudadanía sobre las gravísimas implicaciones territoriales y sociales de este proyecto”.
De esta manera, pidieron que se publiquen los estudios en los que se justifiquen el salto de 66 a 220 kV de esta línea en la Merindad y que se apueste por un modelo energético que respete el medio rural. “Tierra Estella no es el patio trasero de los proyectos energéticos de otros”, finalizaron.