Lodosa se va a sumar al proyecto de Los Tropezones de AFFNA36, una iniciativa con la que van a reconocer, como ya se ha hecho en otras poblaciones, a las personas asesinadas en 1936 con unas placas doradas de 10 por 10 centímetros que se colocarán en el suelo. En las mismas, informan, aparecerán los nombres y apellidos, así como las fechas de nacimiento y muerte de las 137 lodosanas y lodosanos a quienes mataron.
De acuerdo con el Ayuntamiento, así como con la asociación Gurugú Taldea y un grupo de familiares implicados en el asunto, aunque cabía la posibilidad de instalar estos recordatorios por fases, se va a hacer de golpe. “AFFNA36 contactó con el Consistorio y, como es lógico, tras ser el pueblo más masacrado solo por detrás de Pamplona, vamos a hacerlo. Más allá de saber si hay subvenciones o no, en el presupuesto de 2026 habrá una partida para ello. Es nuestra obligación”, puntualizaba la alcaldesa, Laura Remírez.
Para informar a la ciudadanía hubo una charla en una abarrotada sala Lanton de la casa de cultura en la que intervinieron, con la primera edil como moderadora, Eneko Arteta, de AFFNA36, y Roldán Jimeno, historiador de la UPNA.
Detalles del proyecto
La idea de Los Tropezones, expusieron desde AFFNA36, la tomaron de una experiencia que se viene realizando en Europa desde hace dos décadas, donde se instalan adoquines en recuerdo y conmemoración de los seres humanos que fueron deportados y asesinados por los nazis. En Navarra, en estos últimos años, “después del Parque de la Memoria de Sartaguda, que es el principal referente, la idea es que este proyecto sea el gran monumento recordatorio descentralizado”.
Estas placas se colocan en el suelo para que la gente que pasee por las calles las vea, repare en ellas y lea lo que está grabado “y, sin darse cuenta, inclinan la cabeza. Los tropezones se depositan intencionadamente para romper la rutina de nuestras vidas y obligarnos a recordar. Al agacharse para leer el texto, la gente se ladea simbólicamente ante las víctimas y este gesto dará pie al inicio de una conversación sobre lo ocurrido; a hablar sobre la persona que se nombra en el tropezón y se le devuelve la identidad a dicha víctima. Una persona solo es olvidada cuando se olvida su nombre; y lo que buscamos es verdad, justicia y reparación. Nunca más y para nadie aquellos horrores”.
En cuanto a la ubicación, serán las familias quienes decidan dónde irán, pero, lo que parece claro es que no se van a distribuir “porque no tiene sentido colocarlos donde ya no hay casas o donde ya no vive nadie”, y dos lugares se postulan como candidatos. Por un lado, La Plazuela, que es lugar de Memoria, o junto a los porches del Ayuntamiento.
Además, en Lodosa esperan que esta acción no sea algo aislado, sino que se hagan más iniciativas al respecto. “Queremos que se sepa bien lo que pasó, que no se hable sin saber y que se reconozca a esas 137 personas de las que se sabe, por desgracia, muy poco. Han sido varias generaciones las que callaron y es importante darles voz”, dicen algunas familias.
Además, y como continuidad al proyecto, Roldán Jimeno va a escribir un libro en el que aparecerán todas las personas que hoy en día tienen un tropezón, con los asesinados y asesinadas de Lodosa incluidas.
Vestigios franquistas
Por otro lado, y tal y como desvela la alcaldesa lodosana, este 2025, además, el Ayuntamiento, para cumplir con la Ley de Memoria Democrática, mandó cartas a la ciudadanía en cuyas viviendas aún había algún vestigio de la época franquista para que los quitaran. Existían, cuenta, algunas placas pequeñas y fáciles de retirar en las fachadas, pero, en un caso concreto, al estar tallado todo en piedra, el Consistorio se ha comprometido a taparlo con baldosas y a colocar el nombre de Lodosa encima.