El pasado fin de semana Elizondo acogió la primera Udako Eskola Ekosoziala (escuela ecosocial de verano), organizada por el grupo Baztango Eskola Ekosoziala, en colaboración con el Ayuntamiento de Baztan, la cooperativa Garúa y la fundación Iratzar. Las jornadas, celebradas al aire libre, en la Plaza del Mercado de Elizondo , han querido vincular "el concepto de la ecología con temas sociales, porque el desastre ecológico significa una catástrofe social".

Más de 40 personas llegadas de diversos puntos de Euskal Herria han participado en las jornadas durante dos días, organizadas en cuatro bloques principales y con una metodología participativa, a través de diferentes talleres, charlas y mesas redondas, en castellano y euskera, tratando diversos temas de la mano de algunos de los principales expertos en la materia, entre ellos, miembros de la cooperativa Garúa: Abel Esteban, Charo Moran y Luis González Reyes; Mirene Begiristain, de EH PostCovid19 manifestua; Elise Dilet y Antton Hariñordoki de Bizi Mugimendua; Joseba Permach e Idoia Zengotitabengoa de la Fundación Iratzar; Isabel Capdeville de Lurzaindia; y Jone Etxeberria de Koop57.

Problemas como la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la crisis energética, la crisis del cuidado, la escasez de recursos materiales, la crisis de la globalización, la crisis del sistema económico estuvieron presentes durante los dos días que duró escuela ecosocial de verano.

En las diferentes sesiones han tratado de analizar en profundidad temas vinculados a entender mejor el periodo actual, además de intentar buscar alternativas. Según ideas surgidas durante las jornadas, "una de las características del período histórico actual es que será un período de civilización menos energético y menos material, lo que provocará grandes trastornos, dando lugar a oportunidades totalitarias y ecofeministas". Ante ello, "las alternativas que procedan deberían promover estilos de vida sencillos y una gran redistribución de la riqueza, teniendo en cuenta la huella ecológica de cada país".

Entre las ideas que afloraron, cabe destacar la constatación de que "el cambio climático es hoy inevitable, que se está produciendo una gran pérdida de biodiversidad y que se está produciendo una escasez de combustibles fósiles y de minerales que están en la base de la sociedad industrial", por lo que "todo ello va a derivar en grandes crisis sociales y económicas".

En este sentido, se mencionó la importancia de poner en marcha pequeñas alternativas colectivas locales para poder ser optimistas de cara al futuro, para poder revertir la situación y garantizar una seguridad material y vital básica.

Tanto los organizadores como los participantes en las jornadas se mostraron satisfechos con el devenir de la primera edición de la escuela ecosocial y con las sinergias surgidas durante ella, por lo que es previsible que no será la última edición.