BEINTZA-LABAIEN - Juan Gamio Grazenea es un joven de Beintza-Labaien, concretamente de la casa Bengoarretxea. Emprendedor, dejó hace dos años su trabajo en la fábrica para iniciarse en una nueva labor: la recuperación del manzano silvestre Patxako para portar injerto o pie del manzano y las distintas variedades de manzanas autóctonas, a través de vivero Zubialde Patxakak. Gamio ha realizado una apuesta importante por establecerse en su localidad de nacimiento. Señala que está a gusto y feliz con la decisión que tomó en su día, así como con el camino que ha tomado en su forma de vida.

Respecto a sus inicios, Gamio recuerda que “antes trabajaba en la fábrica, combinando el tiempo libre con las labores de casa, agricultura y ganadería. A raíz de la compra de unos manzanos de los que se venden actualmente, vi a los pocos años que no eran como los manzanos viejos que teníamos en casa. De ahí fui investigando y observando cómo hacían las plantas de manzanos nuestros antecesores y cómo se hacen actualmente. La mayoría de las plantas que se venden en la actualidad nacen de los esquejes, pero vi que las de antes nacían directamente de semilla de la manzana silvestre Patxaka. Por ello, he iniciado este proyecto para recuperar y mantener la verdadera esencia de la manzana, porque el verdadero manzano nace de la planta madre silvestre”. Ha contado con la colaboración de algunas instituciones, como la Universidad Pública de Navarra y el departamento de Sanidad Vegetal de Navarra, que han colaborado para poder registrar diversas variedades de manzano. “También me han ayudado personas mayores, que me han transmitido su experiencia y sabiduría sobre estos manzanos”. Y es que no existen escuelas ni institutos que enseñen a crear este producto. “Esto es algo nuevo para nuestra generación. Tenemos que dar un paso atrás para ir hacia delante -señala-. Que yo sepa, en Europa no habrá ningún vivero que realice esta labor, seré el único que crea nuevas plantas partiendo de manzanos silvestres”.

Para crear estos nuevos manzanos, Gamio recoge manzanas silvestres en el monte, les separa las semillas y las siembra “cuando nacen las plantas, las injerto con variedades de manzana autóctonas de Euskal Herria. Por lo tanto, mi vivero tiene dos pilares: por una parte, crear el pie o la base de la planta desde la manzana silvestre patxaka y, por otro lado, las injerto con variedades de manzana autóctonas ancestrales”.

Resistencia Los manzanos que llevan el pie silvestre y están injertados con variedades autóctonas está demostrado que tienen gran resistencia ante plagas y enfermedades. Son árboles resistentes en zonas montañosas, con raíces de fortaleza similar a la de un roble, que hacen frente a vientos extremos, duras pendientes y condiciones de fertilidad adversas, zonas húmedas y todo tipo de males (pulgón, hongos, fitoftora?).

“El sabor, los nutrientes y la durabilidad de su fruto poco tienen que ver con las manzanas que encontramos en el mercado. Sus manzanas saben a manzana, manzana de verdad”, afirma Gamio.

El responsable de Zubialde patxakak comenta también que “un fruto de nuestros árboles puede mantenerse perdurable en el desván hasta el mes de junio sin perder su aroma, sabor, aspecto y nutrientes. Asimismo, los árboles con pie patxako aumentan extremadamente su longevidad, pasando de los 15 a 30 años de vida que suele tener un manzano comercial a los 100 o 150 años de uno silvestre.

Producción en ecológico En el vivero de Gamio se produce en ecológico. “Para hacer la planta saludable y limpia -señala rotundamente-. Así la manzana que nos dará el árbol nos aportará todos los verdaderos nutrientes de una manzana auténtica”.

En cuanto a la salida de estas plantas, Gamio Señala que “poco a poco estoy introduciéndome en el mundo de las sidrerías, a las que vendo solamente los pies de la planta, sin injertar. El resto de clientes son particulares”. Ve que este oficio tiene futuro, aunque antes nadie se haya hecho un hueco en el sector, “debido al desconocimiento de la gente y porque crear plantas de esta manera tiene un gran trabajo. Pero la gente se ha dado cuenta y va viendo que las plantas nacidas de los esquejes son mucho más débiles para afrontar las enfermedades”, comenta Juan Gamio. Además, “la calidad de la manzana no tiene nada que ver, es como la noche y el día”.

Juan Gamio suele presentar su producto de feria en feria por toda Euskal Herria, y muchos clientes acuden posteriormente a su casa a comprar. “Hay que moverse, explicar y enseñar el producto para conseguir clientela -afirma-, pero el boca a boca funciona muy bien”. También se puede consultar la información en su página web, www. zubialde patxakak.com.