En Burlada, hay escuelas que cuentan con hasta 40 nacionalidades distintas en sus aulas. Es una tierra de diversidad y, como se demostró este lunes, también de respeto. Unos 450 escolares de 5º y 6º de Primaria y de 1º de la ESO participaron en un acto festivo y reivindicativo en la plaza del Ayuntamiento con motivo del día mundial de los derechos de la infancia

“Las diferencias nos enriquecen, el respeto nos une”. Ese fue el lema que se repitió durante la jornada, organizada por el Programa de Infancia y Familia de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burlada y en la que participaron todos los colegios de la localidad: Ibaialde, Hilarión Eslava, Notre Dame, Regina Pacis, Amor de Dios, Askatasuna y Ermitaberri.

Dos escolares de cada centro leyeron las conclusiones a las que habían llegado trabajando en clase. Por ejemplo, Iñaki y Valeria, de Notre Dame, expusieron que “nos respetamos cuando aceptamos a los demás y no excluimos a nadie, siendo empáticos y ayudándonos”. Saray, de Regina Pacis, remarcó la necesidad de “valorarnos a nosotros mismos, sintiéndonos especiales y únicos y enfrentándonos a nuestros miedos”. Su compañero Pablo puso un claro ejemplo de cómo se debe actuar en clase. “Cuando a alguien le quitan el lápiz o el estuche, se lo pasan entre varios y me llega a mí, muestro respeto, paro el juego y se lo devuelvo a mi compañero”.  

Por su parte, Arhane y Oier, de Ermitaberri, reivindicaron el derecho de todos los niños y adolescentes a vivir en un planeta seguro. Xabier y Nekane, de Hilarión Eslava, manifestaron que, antes de juzgar a alguien, hay que ponerse en su lugar. Ismael, Marta, Iñaki y Brenda, de Ibaialde, subrayaron la necesidad de respetar la privacidad, los gustos y la orientación sexual de todas las personas. Vivenca y Dani, de Amor de Dios, reflexionaron sobre la importancia de tolerar las ideas de los demás. Por último, Uxue y Paco, de Askatasuna, remarcaron que se debe escuchar y dejar hablar a todo el mundo. 

Desde el Ayuntamiento de Burlada hicieron una valoración muy positiva del día. Yolanda Unanua, educadora social desde hace 34 años, explicó que querían que el acto tuvo una parte reflexiva en el aula y otra más festiva en la calle, donde hubo una actuación de un clown de Zirika Zirkus.  

Berta Arizkun, alcaldesa de Burlada, recordó lo difícil que es ser niño o niña en algunas partes del mundo. “Quiero tener un recuerdo especial para todos los niños y niñas que están muriendo en Palestina víctimas de las bombas o para todas las que sufren injusticias en cualquier parte del mundo. En Burlada, llevamos años reivindicando los derechos de la infancia y la adolescencia seguiremos trabajando por daros el protagonismo y el trato que os merecéis”, concluyó.