La ilusión de repartir suerte a Burlada

“Cuando me enteré me puse muy contenta, es un premio muy importante y cuantioso. Llevó muchos años viviendo en Burlada y saber que probablemente se lo ha llevado alguien de aquí, se siente como una recompensa por su fidelidad”, afirmaba Sandra feliz.

Sandra, natural de Colombia y residente en España desde 1998, relata que el martes a la noche le escribió un cliente preguntando si habían vendido ese día el número. “Yo no estaba segura porque vendemos mucho ese número. Me fui a la cama con las dudas”, contaba.

Fue el miércoles a la mañana, cuando se enteró de la noticia. “Llegué al trabajo, me metí en mi cuenta de la ONCE y efectivamente vi que lo había vendido el día anterior y que por tanto estaba entre los números premiados”, recuerda.

No es el primer premio grande que había vendido Sandra. “En noviembre viví un rasca la abeja de la suerte de 1.000 euros, pero este es mucho más cuantioso e importante”, destaca. “Espero que no sea el último y que los vecinos se lleven mucho más dinero”, desea.

Aunque el miércoles el trajín del kiosco fue similar a otros días, muchos vecinos se acercaron a preguntar si había caído ahí el premio. “Se ha corrido la voz y los clientes habituales que pasan cerca o que viven aquí al lado han querido saber si era verdad”, explicaba.

“Todavía no se ha notado mucha diferencia. Solemos tener muchas ventas, hoy no hemos notado una subida, pero esperamos que la gente sepa que aquí ha caído y aumenten para poder dar más premios”, confía.

Ganador desconocido

Todavía se desconoce la identidad de la persona afortunada, pero intuye que ha sido alguien de la localidad. “No se ha acercado nadie para decirnos que ha sido el ganador, igual a lo largo de estos días se pasa. Creemos que es de Burlada porque es un número que se vende mucho entre los vecinos, sobre todo en el extraordinario. Casi todos los días se llevan uno o dos cupones”, insiste.

Sandra también añade que no es un número cualquiera porque su compañero, Manuel Merchán, lleva vendiendo este número en físico desde hace más de ocho años. “Él fue quien lo trajo al barrio, es muy significativo para él porque es la matrícula que llevaba el camión que conducía cuando tuvo un accidente”, relata.

Sandra comenzó a trabajar en el kiosco hace casi un año, en octubre de 2023 y resalta que esta encantada. “Me gusta mucho, la gente es muy amable, muy cercana”, afirma. “Al principio tenía un poco de miedo porque nunca había tenido un trabajo como este, pero es maravilloso trabajar con una clientela que además es muy fiel”, finaliza.