“Les juro que en mi carrera no me he enfrentado a esto antes”. Javier Burón, gerente de la sociedad pública Nasuvinsa, compareció ayer en comisión parlamentaria para explicar la “situación extraña” y los “graves retrasos” en la entrega de 58 VPO levantadas en Barañáin. Un edificio terminado el pasado octubre cuyas viviendas no se pueden adjudicar porque falta la urbanización exterior de la parcela, que incluye las acometidas de agua y electricidad, “responsabilidad exclusiva” del Ayuntamiento de Barañáin, dijo.
El proyecto, en virtud del acuerdo entre Nasuvinsa y Consistorio –que cedió el suelo– inició sus obras en octubre de 2020. La edificación, con un presupuesto de 9,8 millones de euros, correspondía a la sociedad pública. La urbanización perimetral, estimada en 350.000-400.000 euros, al Consistorio. Burón hizo referencia a las “más de 30 gestiones en 45 meses para garantizar la coordinación necesaria con el Ayuntamiento” que no han dado frutos. “Nos consta que se ha encargado el proyecto, pero no nos costa el proyecto. Después hay que licitar y ejecutar... No pensamos que van a ser los plazos más cortos”, lamentó. “Seguimos con una incertidumbre importante sobre la fecha de entrega”, añadió, y se refirió a la “situación de 58 potenciales familias que no pueden acceder. Estamos hablando de un conjunto que superará las 100 personas, que es lo más importante”. También se cifró el “impacto económico significativo” del retraso, que estimó en 35.000 euros al mes entre el lucro cesante debido a la imposibilidad de alquilar las viviendas; costes de seguridad y mantenimiento del edificio; y la pérdida de garantías de instalaciones, dado que algunas requieren revisiones o ajustes adicionales por el tiempo transcurrido.
Respecto a las acciones judiciales que pueda emprender la sociedad pública con el Consistorio, reconoció que “de momento no hay pleito, pero tiene mala pinta”. Y deseó que “ojalá se arregle cuanto antes, y estamos a disposición para lo que haga falta”.
GRUPOS PARLAMENTARIOS
“No sé si puede haber siquiera una explicación razonable”, se preguntó Mikel Zabaleta (EH Bildu) sobre “una gestión totalmente negligente”.
“No puede decir que al Ayuntamiento que le haya pillado por sorpresa ni es por una cuestión de dinero, porque la urbanización apenas supone un 3% de la inversión que se han hecho en las viviendas... y teniendo además desde marzo de 2022 propuestas técnicas puestas sobre la mesa por parte e Nasuvinsa para agilizar la licitación”, argumentó Dani López (Contigo-Zurekin). “Aquí estamos, cuatro años después hablando de acometidas básicas como agua, luz y alcantarillado, que siguen sin ejecutarse. Es incomprensible. Y por parte de Nasuvinsa se ha tendido la mano en todo este tiempo”, dijo el socialista Kevin Lucero. E Itxaso Soto (Geroa Bai) contrapuso “la insistencia de Nasuvisa por intentar llegar aun fin positivo en este proyecto” con la “falta de compromiso por parte del Ayuntamiento”.
Maribel García Malo (PPN) lamentó “el interés partidista” de la comisión para “desgastar el Gobierno de un Ayuntamiento que ustedes no controlan”, y opinó que habría que escuchar a la otra parte. Y el regionalista Juan Luis Sánchez de Muniáin se refirió a la “amnesia colectiva” de la comisión, que había obviado los retrasos en la obra –el convenio se firmó en 2018– por la rescisión de contrato con la adjudicataria, con “los incumplimientos imputables a la empresa pública promotora”. “Notre Dame, cuatro años. 58 viviendas en Barañáin, 6 años”, dijo. “Si hemos tenido seis años para hacer la edificación, las obligaciones conveniadas por parte del Ayuntamiento también tienen seis años. Han tenido más tiempo para realizar sus tareas”, respondió Burón.