Los 'Pies Dantzaris' de Navarra
Este domingo se conmemora el Día de la Comunidad Gitana de Navarra | La exposición ‘Pindro Dantzariz,’ en la Casa de Cultura de Burlada, refleja la andadura del pueblo gitano por nuestra tierra
Blanca de Navarra, una reina muy devota, debió formar parte de los gobernantes conmovidos por la historia del castigo eclesiástico que sufrieron los gitanos cuando el 27 de abril de 1435 ayudó a un grupo de egipcianos –denominados así en la época– a llegar hasta Santiago. Argumentaban aquellos egipcianos que su nomadismo era consecuencia de una penitencia impuesta por el Papa tras su apostasía. Un pueblo que ha tenido que esquivar los latigazos de los dueños de la tierra allá donde ha ido. Ni hace tanto, ni tan lejos. En honor a la primera aparición de la comunidad gitana en la Comunidad Foral en aquella cercanía con Blanca de Navarra en 1435, el 27 de abril se conmemora, desde 2007, el Día de la Comunidad Gitana de Navarra.
Precisamente, abril es el Mes de la Cultura Gitana, y ayuntamientos como el de Burlada no han querido dejar pasar la oportunidad de brindar a la comunidad gitana un reconocimiento. Tender la mano a un hermano, a un vecino desde hace tanto.
Pindro Dantzariz. El Pueblo Gitano en Euskal Herria
Este el nombre de la exposición fotográfica comisariada por el fotógrafo Juantxo Egaña y el historiador David Martín. Durante todo el mes de abril, más de 80 fotografías de 23 fotógrafos y fotógrafas, cuatro pinturas del artista Félix Arteta, dos grabados de Gustave Doré, herramientas de oficios tradicionales, revistas, carteles y libros, han ocupado las vitrinas de la Casa de Cultura de Burlada. Un recorrido por “una realidad con la que todavía existe una brecha y de la que no somos conscientes en muchos casos”, asegura Juantxo.
Su título, Pindro Dantzariz, proviene de una poesía escrita en erromintxela –una lengua que mezcla el romaní con el euskera– por Jon Mirande, escritor académico de Euskaltzaindia, y significa Pies Danzantes. De esta manera, resalta la naturaleza nómada del pueblo gitano. Con este título se quiere destacar cómo, a lo largo de la historia, las familias gitanas se han trasladado y han habitado por los diferentes territorios de Euskal Herria, dando especial relevancia a Navarra expresamente para la exposición de Burlada.
“El pueblo gitano, su cultura y su historia, son también una parte esencial de nuestra historia y de nuestra multiculturalidad”, señala Martín. De esta manera, el Ayuntamiento de Burlada, en colaboración con la Federación de Asociaciones Gitanas de Navarra Gaz Kaló y la asociación sociocultural gitana La Igualdad, ha organizado durante todo el mes de abril una serie de actos en favor de su reconocimiento y protagonismo, para dar a conocer su realidad, su cultura, historia e identidad propia, así como para combatir las expresiones de antigitanismo que siguen presentes en nuestra sociedad.
La exposición fotográfica nació a encargo de la Diputación de Gipuzkoa que “contactaron con nosotros para dar a conocer esta realidad de la comunidad gitana en tierras gipuzkoanas”, explica Egaña. “Nos dimos cuenta de que la realidad de la comunidad gitana se expandía por toda Euskal Herria y nos llamaron de Burlada con mucho interés”, apunta. Ha sido en Navarra donde los dos comisarios de la exposición han conquistado el cúlmen de su trabajo. “Ha sido un éxito rotundo. Tanto la gente de Burlada como toda la comunidad gitana de Navarra nos ha apoyado en todo momento y hemos hecho un trabajo conjunto teniendo en cuenta, por suspuesto, las voces protagonistas de estas historias: los propios gitanos”, relata el fotógrafo.
Un proyecto reconfortante y gratificante para los dos comisarios, y para los protagonistas de una historia que aún debe llegar a más ojos y oídos. Un pasado con historia, en muchos aspectos difícil y muy movida, como ha sido la vida ambulante de los gitanos que finalmente se afincaron en nuestras tierras. Pero sobre todo, una historia de presente. Porque convivimos y conviviremos. Son nuestros pies dantzaris.