La tercera edición de la Feria de la Convivencia UBUNTU, que comenzó el sábado, ha celebrado hoy su última jornada impulsada por el Ayuntamiento de Atarrabia en colaboración con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. La celebración ha contado con ocho áreas en las que han participado asociaciones, servicios municipales, comerciantes y gaztes de jóvenes locales con el objetivo de reforzar la convivencia, la calidad de vida y el funcionamiento del municipio.
La Feria de la Convivencia villavesa nació hace tres años “del deseo de poner en común las cosas buenas que se hacen en el pueblo y las que se pueden mejorar”, ha asegurado Mikel Baztán, técnico de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Atarrabia. Las “dos patas” de este proyecto no hubieran sido posibles si no fuese por la entrega y el altruismo de sus gentes. “El individuo sin el colectivo no es nada”, ha recordado Baztán.
Una filosofía que se recoge en la palabra africana Ubuntu, que pone nombre a este encuentro, y significa “soy porque somos”. Así, una multitud de personas han apostado por un festejo que “ha trabajado en común, ha cuidado y ha colaborado con las personas y con el medio ambiente”, ha incidido Baztán.
Los Dulzaineros del Batán, Gaiteros de Villava y gaiteros Aula 17 han puesto melodía a las danzas y travesuras de la Comparsa de Gigantes y Kilikis del municipio. Poco después, ha tenido lugar la inauguración oficial de la feria, a la que le han seguido numerosas actividades y dinámicas.
El programa ha establecido ocho áreas en las que se han desarrollado los talleres de Yayocletas y tour climático –novedad esta III edición–, la Marcha Nórdica, el espacio para niños de 0 a 3 años, el punto de Medio Ambiente y rescate de plantas, la plantación del símbolo feminista en el Parque Ribed, el lugar de Movilidad Sostenible y de reparación de bicicletas y, por último, la demostración de Cocinas Solares.
Además, las guerreras de balonmano del Beti Onak –subcampeonas de la Copa de la Reina esta temporada– han desafiado a los txikis a marcar un gol a los residuos. Las jóvenes, que como ha afirmado Baztán, “son siempre muy comprometidas con promover la sostenibilidad”, han conseguido que casi una centena de niños se conciencieran con el cuidado de los espacios naturales y del ecosistema.
Un trabajo que el Grupo Scout San Andrés de Villava realiza a lo largo del curso, desde hace 34 años. “Intentamos dar un sentido a lo que hacemos, ir más allá del ‘hacer por el hacer’. Siempre estamos por la labor de colaborar en otras actividades”, ha señalado María Díaz, monitora. “Los niños están muy concienciados, bastante más que los adultos. Por suerte, generacionalmente, esto va mejorando”, ha afirmado Xabier Flamarique, participante en la feria.
Por ello, estas jornadas son la excusa –u oportunidad– idónea para aprender y educar la mirada ambiental de todos los ciudadanos. También, las Yayocletas han permitido que el público pudiera gozar del día en su totalidad. “Se trata de que personas que no pueden desplazarse bien puedan llegar a los sitios y puedan compartir experiencias”, ha expuesto Cristina Gallo, integrante del proyecto. “Sacarles de su rutina, que prueben algo diferente y que reconecten con la comunidad”, ha continuado Toño Peña, vicepresidente de la Asociación de Viciclistas de Corella.
La Plaza Consistorial ha vivido a las 13.00 horas la batalla entre Atagarbi y Guarrowoman –dos personajes ficticios propios de Villava, representados por Sergio de Andrés y Jaione Urtasun, que simbolizan la limpieza y la suciedad–, que ha finalizado con la victoria del héroe verde, aclamada por los txikis. La jornada ha continuado bajo las notas de la Escuela de Música de Villava y Burlada y la Cofradía del Relleno de Navarra ha deleitado a los locales con su manjar.