burlada - La llanada de la Morea no se toca. La zona que los Planes de Ordenación del Territorio definen, mayoritariamente, como un gran parque público asociado al corredor fluvial del río Arga, se mantienen como espacio verde en sus 29,6 hectáreas, de las que más de la mitad han quedado asignadas a "zona inundable" y clasificadas como espacio "no urbanizable de protección de prevención de riesgo". El resto del sector tiene como no urbanizable al valorar que se trata del "único suelo de uso agrícola" que conserva el municipio, a la vez que "no hay necesidad de aumentar la oferta residencial" al quedar por edificar unas 1.600 viviendas en Erripagaña, además de las 585 que añade el nuevo Plan Urbanístico Municipal (70% protegida). Los grupos municipales debatieron ayer en comisión de Urbanismo la propuesta del nuevo Plan Municipal, un documento redactado por los arquitectos Pilar Garde, Mariano González, Inmaculada Jiménez e José Luque, que el alcalde confía en refrendar en fase inicial y abordar un proceso de participación pública "más amplio que el estrictamente legal". El anterior plan data de 1990 y el actual censo de viviendas es de 7.540, a las que hay que sumar las 2.840 nuevas en Erripagaña. El plan prevé un aumento de 337 viviendas respecto a las previstas y no construidas en el PGOU vigente. Destaca además el "retorno paulativo" de un sector de población que se vio obligado a abandonar Burlada antes la ausencia de nuevas viviendas los últimos años.

El marco normativo recoge a su vez un tratamiento diferenciado para la calle Mayor que explote su condición de "columna vertebral", con trato de favor al peatón y operaciones de diseño urbano entre las que menciona la eliminación de medianas, reducción de carriles rodados, ampliación de aceras con elementos vegetales, especialización de pavimentos, y un incremento del atractivo comercial. El interés del Ayuntamiento es sacar a concurso el tratamiento semipeatonal de esta vía.

El plan también incorpora las 82 viviendas de la unidad de "termitas" (calles Hilarión Eslava, Joaquín Azcárate y Santa Ana). Para hacerla viable incluye varias parcelas de la calle Hilarión Eslava, "justo enfrente, que han quedado totalmente estranguladas por la edificación de los extremos de la manzana". En la trasera de la antigua parroquia de San Blas (aparcamiento) se contemplan otras 85 viviendas (manzana cerrada de baja más cinco alturas), y en la zona de Embutidos Villanueva (Kiliki) 22 viviendas en dos edificios de planta baja y cuatro alturas. Finalmente, se remata una unidad próxima a Plaza de Floirac con 10 pisos.

En el núcleo histórico del pueblo se enumeran las seis unidades destinadas al "saneamiento del casco y a la generación de espacios públicos que mejoren la conexión de esta zona con el resto de la ciudad". En total, suman 101 viviendas, 42 más que el plan anterior, que persigue la conservación de las edificaciones y la posibilidad de segregar las viviendas mayores mediante una ordenanza. Finalmente, se prevé habilitar una zona de huertos urbanos (trasera de la calle Santa Bárbara y San Juan) mediante acuerdos con los propietarios que no las utilizan. La idea es poder alquilarlas.

Usos alternativos

Planta baja y entreplantas. La actual coyuntura económica, el nuevo ciclo de crisis y su repercusión en el mercado de viviendas, hace necesario "dejar articulados mecanismos desde el Plan Municipal para autorizar usos alternativos para plantas bajas y entreplantas en edificios existentes. y para poder segregar viviendas y reducir la superficie de algunas que resultan excesivamente grandes para su ocupación y mantenimiento". El Plan Municipal deja abierta esta posibilidad si bien la decisión final llegará con el cambio de normativa foral.