pamplona - La amenaza de Navarra Suma de exigir responsabilidades a la actual presidencia de la MCP si no convoca la asamblea para elegir ya a quienes les sucedan se basa, formalmente, en que la Ley establece un plazo máximo de tres meses desde las elecciones para fijar la fecha de la sucesión. Por eso el 26 de agosto (fecha exacta en la que se cumplía ese plazo ya que las elecciones fueron el 26 de mayo) presentó un primer escrito reclamando la convocatoria. A ese le siguió, una semana después, la segunda de las reclamaciones que ya incluía la coletilla de exigir responsabilidades.

Sin embargo un breve repaso de hemeroteca revela que, al menos desde 1991, esos plazos no se han cumplido casi nunca sin que ello implicara amenazas por parte de ninguno de los representantes municipales. Y es que, en todos los casos, el hecho de que por medio estuvieran los meses de julio y agosto justificaban cierta “manga ancha” por parte de todos.

Así, en 1991 las elecciones se celebraron el 26 de mayo, mientras la asamblea constitutiva de la MCP se celebraba el 17 de septiembre, es decir 22 días después de vencido el plazo que establece la Ley. Cuatro años después, en 1995, los comicios se celebraron el 28 de mayo y la asamblea de la Mancomunidad se celebró el 12 de septiembre, 15 días después de que finalizara el plazo. Lo mismo sucedió en 2003, 2007, 2011 y 2015. En el primero de los casos la asamblea se celebró 18 días después de que expirara el plazo (fue el 15 de septiembre), en el segundo de los casos pasaron 16 días (12 de septiembre), en el tercero dos semanas (6 de septiembre) y en 2015 transcurrieron otros 16 días (la asamblea se celebró el 9 de septiembre.

Sólo en 1999 se cumplieron escrupulosamente los plazos: las elecciones municipales se celebraron el 13 de junio mientras la reunión de la Mancomunidad para nombrar a la dirección que debía regir en aquella legislatura se celebró el 13 de septiembre. - A.G.