-¿Cómo va a lograr la Mancomunidad reducir sus emisiones a cero en 2030 como prevé?

-Lo tenemos que conseguir sí o sí. Y lo siguiente es que seamos sumidores de carbono. Se está en un ambicioso plan de instalaciones fotovoltaicas. Acaban de poner en la estación de Eguillor y en la planta nueva de residuos. Toda la flota que se compra de vehículos o biometano o eléctricos. Y todos los contratos de compra de energía con energía renovables.

Pero de autobuses eléctricos solo existe en una línea...

-Todavía no es una energía madura y dan ciertos problemas. Se está apostando por un cambio de la flota hacia autobuses que vayan con metano porque vamos a ser buenos productores de metano. Y se está haciendo un diagnóstico de actuaciones dentro de la Comarca. Vamos a analizar las posibilidades que hay en diferentes espacios naturales que tiene la Comarca. Me da igual que sea la balsa de Zolina, la Morea, Loza, las sierras que circundan a Pamplona, terrenos donde podemos hacer actuaciones locales de impacto positivo como sumidero de carbono.

¿El proyecto del monte Ezkaba sigue enquistado?

-El tema estaba parado por unas reclamaciones que hizo el Ministerio de Defensa relativas al uso de esos terrenos y reclamaciones de propiedad. Hemos tenido intensas conversaciones y hemos llegado a una redacción del PSIS que convence a todas las partes. Tendremos una reunión en breve y creemos que lo vamos a aprobar próximamente.

Un espacio que ha explotado con el desconfinamiento, también el parque fluvial... Verdadera necesidad de pulmones naturales.

-El monte es hipernecesario, 200 kilómetros de senderos y caminos... La Mancomunidad ya lleva dos años encargándose de su mantenimiento con apoyo de los ayuntamientos. El monte Ezkaba y el parque fluvial nos tiene que servir como ejemplo para que la MCP expanda este tipo de actuaciones en todo su ámbito geográfico. Se acaba de firmar el convenio con Olza, se va a extender el parque fluvial hasta Ibero y estamos en conversaciones con Galar y Cizur para expandirlo por Elorz. Son espacios para naturaleza y desahogo importantes.

¿Cómo se ha garantizado la seguridad de los trabajadores de la planta de residuos y de la depuradora de Arazuri durante la pandemia?

-Han seguido trabajando a un rendimiento algo menor con turnos que no se solapen y espacios comunes pero no se ha dado ni un solo caso de transmisión en Góngora. Y llevan EPI. En todo caso la Mancomunidad tiene mucha experiencia en esto. Tanto en la estación de Arazuri como Góngora se tiene costumbre de trabajar con materiales y patógenos que pueden tener problemas. No cuesta tanto adaptarse a un virus, a cualquiera, han sido muchos.

¿No han acabado en el río o en Góngora entonces restos de covid (broma)?

-Los análisis demuestran que desaparecen por completo con los tratamientos. Aparece material genético del virus pero ya no viable. Ni en el compost ni en ningún producto aparecen. Al vertedero los residuos contaminados se llevan directamente en camiones y se tiene especial cuidado en cubrirlo inmediatamente. Está todo controlado. La fracción resto no se manipula y con los envases se tiene cuidado de que estén un tiempo en cuarentena.

¿Mantiene los apoyos políticos que obtuvo al acceder a la presidencia como independiente?

-Desde el principio dijimos que ibamos a hacer un grupo de gobierno y es lo que hemos hecho. Nos juntamos todos los grupos que apoyaron al presidente, es decir, el PSN, Bildu, Geroa Bai e Independientes. Tenemos una comunicación muy fluida en todos los temas, los consensuamos antes y así vamos recogiendo las diferentes sensibilidades. Llegamos a acuerdos, como el plan de transporte, también con Navarra Suma. Con el tema de residuos no ha podido ser porque es imposible, tienen esa alcaldía (en alusión a Noáin)... y están en contra de la ubicación de la planta pero hasta el último momento les pareció bien el proyecto.