- "No soy profesional de la publicidad, lo único que sé hacer es pasarlo bien, tocar la gaita poco y andar en bici lo justo". Iñaki Andueza ya avisaba en Facebook. Y aún así se embarcó en un giro solidario de andar por casa: anunciaba a pequeños comercios mientras le daba a los pedales. Solo le faltó tocar la gaita. Al principio confinado y luego en carretera, este vecino de Berriozar ha completado una gran vuelta con algo de trampa -"las etapas son las mismas, los kilómetros no... habrán salido unos 800"-, por una buena causa. 1.000 euros exactos que ayer entregó al París 365. "Lo he hecho a mi aire por pasar un rato a gusto. Y si encima hemos sacado algo de dinero para un fin social, pues de maravilla".

Cuando empezó el confinamiento, él y sus dos hijas, Izaskun y Amaia, se pusieron a hacer spinning en casa y el ganso en Facebook. "Hicimos un Tour con montajes con el maillot amarillo, mi gato en vez del león que dan en el podio... y la gente me vacilaba". Después Iñaki pensó que "el ciclismo es todo publicidad", y que al pequeño comercio le hace mucha falta. Siguió con el experimento en redes sociales, saltó de Francia a Italia y "puse un donativo de cinco euros para el que quisiera que le patrocinase una etapa. Creía que iba a ser una chorradilla y resulta que esto ha ido creciendo, los vídeos tenían aceptación y hemos sacado bastante más pasta de la que yo pensaba. Contaba con sacar 100 eurillos, cuando empecé a ver las donaciones, la gente que me mandaba Bizum... 'quiero que anuncies mi comercio y tal'. Es verdad que ha habido más donaciones particulares que de comerciantes. Yo intenté llegar sobre todo a la gente de Berriozar, a través de la asociación de comerciantes, pero ha venido gente de Vitoria, de Gares... muy contento". Por fin completó la vuelta y bromea con que le ha ido "muy bien. El lunes gané la contrarreloj y me vestí de rosa". Y quiere agradecer a sus dos hijas "que me han aguantado grabando los vídeos" y "a todo el mundo la solidaridad que ha tenido en estos tiempos tan jodidos".