Asegura Ander Oroz, alcalde de Ansoáin (EH Bildu), que la pandemia no ha conseguido pararles. Y hace un balance "positivo" en este segundo verano sin fiestas para el que el Ayuntamiento no ha programado ningún acto con el fin de evitar escenarios indeseables y hacer un llamamiento a la responsabilidad. En un municipio en el que convive mucha gente joven para la que tratan de ofrecer alternativas de ocio con la futura creación de una pista multideportiva, el Consistorio acaba de aprobar también un Plan de Movilidad Urbana Sostenible que llega en un momento crítico: la extensión de la zona azul en Iruña ha generado ya fricciones en las zonas que hacen muga con Txantrea y Rochapea, y cuyos efectos se extienden también al casco urbano de Ansoáin. Con escaso margen de maniobra, ahora lo más urgente es "buscar una solución", una alternativa "lo mejor adecuada posible a las necesidades de Ansoáin y de sus vecinos y vecinas". La respuesta, tal y como avanza el alcalde, podría llegar en octubre.

¿Qué balance se puede hacer de este año tan raro?

-Dentro de lo posible el balance es positivo porque el covid no ha conseguido pararnos. A pesar de las dificultades que ha planteado y plantea estamos contentos porque hemos seguido adelante con diferentes proyectos importantes para Ansoáin.

¿Cómo afrontan este segundo verano sin fiestas?

-Con la pena de no poder celebrarlas pero con la responsabilidad de saber que estamos todavía en situación de pandemia y tenemos que seguir manteniendo la alerta para no llegar a escenarios que no queremos que se repitan, como el incremento de contagios y sus consecuencias. Es una pena pero tenemos que seguir haciendo un esfuerzo para que llegue el momento en el que podamos recuperar las fiestas.

¿Se ha tomado alguna medida excepcional?

-Lo excepcional es que no hay fiestas y ningún acto programado por parte del Ayuntamiento. Confiamos en la responsabilidad de la gente y en que no se den situaciones que se puedan descontrolar. Las no fiestas coinciden con la posibilidad de volver a abrir bajeras, pero hay que presentar una declaración responsable ante el Ayuntamiento y ante Salud y en tanto en cuanto eso no se presente no se podrán utilizar.

¿Se trabaja en opciones de ocio para la juventud, con el fin de evitar esas aglomeraciones e incidentes que han tenido lugar tras el confinamiento?

-Creo que tenemos que hacer un esfuerzo por tratar de entender a la juventud en un contexto de pandemia en el que han hecho enormes sacrificios. En Ansoáin no ha sucedido nada que no haya pasado también en otros municipios. Por lo demás la casa de la Juventud está funcionando muchísimo, tenemos una programación deportiva y cultural en marcha y se va a construir, además, una pista multideportiva junto a Harrobi, donde estaba antes el skate. Queremos aprovechar ese espacio y hablaremos con los vecinos y vecinas para contarles en qué consiste y cómo lo vamos a hacer para evitar en lo posible molestias sobre las que ya tenemos experiencias anteriores. Queremos que esté en marcha antes de que acabe el año.

¿Cómo va el futuro Centro de Día comunitario?

-Estamos ya en la fase en la que se están realizando foros participativos para que todo el mundo pueda hacer su aportación, en el camino de ver qué necesidades tenemos que cubrir con ese centro y qué queremos que sea. Es un proyecto vital para Ansoáin.

También se pidió al Gobierno foral que actuara ante el incremento de los accidentes de camiones en la Ronda, que se vienen repitiendo en los últimos años. ¿Alguna novedad?

-El Gobierno tiene un proyecto y un presupuesto desde hace años. Parece que va activar los pasos necesarios para ponerlo en marcha aunque puede que no sea el año que viene. Nosotros no podemos más que reclamar seguridad pensando no sólo en la gente que circula por la ronda sino también en los vecinos y vecinas que viven al lado y han vivido situaciones muy complicadas que se podrían volver a repetir. Esperamos que actúen con celeridad.

¿Qué otros proyectos tiene en marcha el Ayuntamiento?

-Queremos volver a poner en marcha el centro cívico tras el cierre debido a la pandemia. En verano se han llevado a cabo importantes mejoras en el colegio público Ezkaba, hemos aprobado un Plan de movilidad urbana sostenible, se van a colocar dos puntos de carga para vehículos eléctricos y esta semana empezamos a renovar todos los suelos de todos los parques infantiles de la localidad, además de modernizar el mobiliario en algunos. También se mejorará la accesibilidad al camino del monte Ezkaba y antes de que acabe el año pretendemos que esté licitada la colocación de cubiertas en los parques infantiles de Rafael Alberti. Antes de que finalice 2021 habremos invertido cerca de un millón de euros en diferentes actuaciones.

En materia de movilidad, ¿cómo ha afectado la extensión de la zona azul en Iruña a los barrios con los que Ansoáin hace muga?

-Es el problema más visible y el que más está afectando actualmente a vecinos y vecinas, sin duda. Ya antes de que Pamplona lo confirmara en junio solicitamos una reunión con el Ayuntamiento para conocer cuál era la idea y en qué posición se colocaba Ansoáin. En junio aprobamos una modificación presupuestaria para tener una cantidad económica consignada a actuaciones que desde aquí tuviéramos que realizar para hacer frente a esta decisión, y en julio contratamos una empresa especializada en este tipo de cuestiones (GEA21) para que estudiara las opciones en el caso concreto de Ansoáin, con sus características particulares.

¿Qué pasos se han dado?

-Gea 21 ha estado trabajando durante julio y agosto, meses muy complicados, y a finales de agosto nos trasladaron un documento de propuestas para responder al reto que plantea la regulación de Pamplona y sobre la base de un estudio de aparcamiento que ya habíamos realizado en 2020. Lo compartimos con el resto de grupos políticos y la comisión de Urbanismo no ha dejado de trabajar desde entonces, aunque para dar la respuesta más adecuada y mejor adaptada a las necesidades de Ansoáin era necesario visualizar también los efectos reales que esto tiene, porque es un proceso que denominan 'complejo y dinámico'. Es decir, que evoluciona y cambia en días. Y hay que observar la afección que tiene y marcarse varios hitos, como el 1 de septiembre (cuando empezó el servicio), el comienzo del curso escolar y este pasado lunes, cuando terminaba la moratoria que había anunciado el Ayuntamiento de Pamplona para comenzar a multar.

¿Y qué queda por hacer?

-La recogida de datos sobre qué afección real tenemos en Ansoáin nos tiene que dar la medida de lo que de verdad necesitamos. Lo fácil hubiera sido planificar la zona azul, un café para todos. ¿Pero realmente la necesitamos? Pamplona ya lo tenía hecho, aquí empezaríamos de cero y tiene su complejidad de implantación además de ser muy difícil de revertir una vez implantada. Aunque nos hubiéramos propuesto en junio tener zona azul lista para septiembre habría sido imposible, es un trabajo de meses. Lo que hemos hecho ha sido lo más responsable que podíamos hacer huyendo de cualquier improvisación, con responsabilidad. Se trata de tomar la mejor decisión posible con todos los datos y escuchando además a colectivos afectados y ciudadanía. En ese proceso estamos.