La alcaldesa de Burlada Ana Góngora (Navarra Suma) aseguró este viernes que la renuncia del jefe de Policía Municipal, Javier Lizarraga, está justificada dado el “malestar” generado por parte de la ciudadanía tras la riada pero no es la única razón de su renuncia. Las inundaciones han sido la gota que ha colmado el vaso en un servicio, asegura, “muy complicado que viene arrastrando problemas internos desde hace muchos años, por lo menos dos legislaturas”.

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“Javier llevaba trabajando durante mucho tiempo en introducir mejoras en el servicio y siempre apostó porque la plantilla estuviera unida, motivada y con una estructura mínima. Ultimamente se había negociado un complemento de puesto de trabajo y finalmente no se llegó a un acuerdo entre el Ayuntamiento y los sindicatos, situaciones que han ido desgastando mucho a Javier”, aseveró.

A ello se suma otro hándicap, la situación financiera que atraviesa el Ayuntamiento de Burlada que arrastra un déficit estructural de 800.000 euros de gasto corriente, razón por la que se está analizando junto con el departamento de Administración Local del Gobierno foral el coste de todos los servicios, también en materia de seguridad, “algo que no ha sido entendido por parte del cuerpo policial que no se ha sentido apoyado”. La plantilla cuenta actualmente con 33 agentes.

Finalmente, el impacto que ha tenido la riada en Burlada ha ahondado en este desgaste personal. A este respecto Góngora asegura que la plantilla de policía municipal no se reforzó esa noche porque el pico de agua estaba previsto, según la CHE, a primera hora de la mañana del viernes. “Sabemos que tenemos mucho que mejorar pero, en este momento y con las previsiones que teníamos de la CHE, se actuó como se vio más conveniente; estábamos confiados y no temíamos esta catástrofe”, indicó la responsable municipal quien añadió que, en todo caso, se ha abierto una investigación para saber, una vez que el agua rebasó todas las expectativas, “cómo respondieron los agentes municipales implicados, porqué no se avisó a la grúa, a cuantos propietarios de vehículos se llamó y cuál fue la cadena de errores, porqué el plan de inundaciones no estaba colgado en la web, porqué no fue operativo, cómo hay que actualizarlo... y a partir de ahí tratar de mejorar”, subraya quien cree necesario que el actual jefe de policía siga en su puesto hasta que no se cierre dicho informe. “Necesitamos saber porqué no se utilizó megafonía a lo largo de la noche, porqué no se advirtió a los vehículos de la calle Mayor de la crecida”, apostilla. "Ahora sabemos que no hemos actuado correctamente pero hay muchos agentes implicados no solo el Ayuntamiento. La CHE no hizo bien sus previsiones, el río no se limpia, etcétera", remarca.

“No había previsiones desde la CHE de que iba a afectar esta riada a núcleos urbanos. Aquí ha habido muchas responsabilidades. No entendemos cómo se ha gestionado la regulación del embalse de Eugi y porqué no se fue soltando agua desde que estaba al 50%, por ejemplo”, indica. “De esta riada hemos aprendido mucho, sabemos que el río no se comparta igual en Villava que en Burlada, aquí entró con mucha más fuerza porque rebasó la mota”, abundó. “Creíamos que estábamos protegidos por la mota pero el comportamiento del río ha sido muy agresivo, y de ello tenemos que aprender”, reiteró.