En el último día de fiestas, la sala de plenos del Ayuntamiento de Sarriguren ha recibido a 21 txikis que desbordaban ilusión y asombro ante todo lo que les rodeaba. Eran los veinte miembros de la Corporación txiki -Carlo Rodrigo Pineda, Violeta Alonso, Lucas Ilarri, Eneko Martín, Xabier Garde, Izaro Romeo, Aratz Huarte, Ainara Abaizar, Wilanny Holguin, Iago Sánchez, Alex Domínguez, Naroa Cirauqui, David Saldaña, Alba Artázcoz, Elena Valencia, Daniel López, Matías Gallego, Leyre Bernabeu, Daniel Górriz y Oihan Echauri- y la alcaldesa txiki, Iraia Sanz.

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A las 11.30 horas, arropada por amigos y familiares, ha tocado salir al balcón para saludar a los vecinos y prender la mecha. A grito de Gora Sarriguren!, Iraia Sanz ha lanzado el cohete que daba comienzo a la gigantada con las comparsas de Burlada, Noáin, Zizur y Valle de Egüés. Los concejales txikis, por su parte, han sido los encargados de lanzar balones y caramelos a aquellas personas que observaban con emoción el instante.

La alcaldesa txiki, emocionada

Iraia Sanz, la vecina de Sarriguren de 9 años, era conocedora de la responsabilidad que tenía en el día de hoy, de ahí que no haya podido evitar la risa nerviosa. “Estos días me ha costado muchísimo dormir, pero la espera ha merecido la pena. Me ha encantado ser por un día alcaldesa”, ha confesado Sanz, alumna de Joaquín Lizarraga, que ha aprovechado su cargo para pedir en el pleno que mejoren la huerta de su colegio. “Sin ningún tipo de autoridad, la gente entra a la parcela a robar lechugas y deja la basura”, ha denunciado la primera edil del valle.

Los concejales Leyre Bernabeu y Xabier Garde tampoco han perdido la ocasión de solicitar al Ayuntamiento que valore más la opinión infantil, porque cuando los niños “proponemos las cosas se nos escucha pero, después, no lo llevan a la práctica”. Garde ha sido menos crítico. Este ha preferido exigir unas pistas de atletismo y un campo de fútbol para explotar sus habilidades deportivas.

Las solicitudes han sido anotadas por Amaia Larraya, la alcaldesa del Valle de Egüés: “Ha sido muy emotivo verlos en nuestros puestos. Cuando yo era pequeña, el Ayuntamiento era algo ajeno a mí, y creo que es algo que debemos cambiar entre todos. Este es el primer paso”, ha dicho.