En cuanto hay aviso de riada, los vecinos de Estella corren al puente del Azucarero a comprobar in situ por el método de la observación de la bola si esto es cierto o no. Si esta circunferencia, que es la parte superior de una barandilla, está cubierta de agua, pueden empezar los problemas. Sin embargo, si se puede ver la bola, todo el mundo se relaja porque todavía falta mucho para que el agua incordie a los vecinos.

Esta costumbre tan estellica pasa de generación en generación a pesar de que tras una limpieza que se hizo en el río la bola ya no es tan precisa. Y es que para que el agua comience a subir por los sumideros de la calle Mayor, primer síntoma de que puede haber inundación, hace falta que el Ega baje con una altura de 4,17 metros en la estación de aforo de la CHE, mientras que la bola se cubre 70 centímetros antes, a 3,5 metros.

Ahora, además de la bola la ciudad tiene otro método, bastante más serio y científico aunque menos popular, para adelantarse a las riadas e inundaciones y poder actuar. Se trata de un Plan de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones, que el Ayuntamiento ha nombrado precisamente Bola.

El objetivo fundamental del mismo es predecir las inundaciones para que los efectivos de emergencias y de servicios vayan actuando según los niveles con los que baje el río. También para alertar a la población y que tomen todas las medidas de autoprotección para evitar daños personales y minimizar los materiales.

El documento, desarrollado por GAN-NIK, es muy exhaustivo y analiza el comportamiento del río a lo largo de los años. En base a esto estima cada cuánto se producen las avenidas y qué relevancia tienen. Como dato curioso destaca que la mayor riada de los últimos 34 años tuvo lugar en febrero de 2003, cuando se anegaron por completo varias calles y hubo quien incluso tuvo que ser rescatado en barca.

DESDE ARRIBA Uno de los elementos más importantes del plan es el predictivo y es que el trabajo de los técnicos ha concluido que para saber con cuánta agua va a llegar el río a Estella hace falta mirar a las estaciones de aforo aguas arriba de Arquijas y Baríndano. Dependiendo del caudal que lleven el Ega y el Urederra en esos puntos, Estella-Lizarra puede calcular con cuánta agua llegará el río unas tres o cuatro horas más tarde y, según el volumen de agua, qué problemas puede acarrear. De esta manera, se decretará el estado de emergencia que corresponda, desde preemergencia hasta emergencia 3.

Esta información, que va a obtener el Ayuntamiento de forma automática a través de una app, servirá también para alertar a la población y es que quien lo desee se podrá dar de alta para recibir mensajes en el móvil (SMS) con los niveles de emergencia. En este sentido, el Ayuntamiento aún tiene que determinar qué información se aportará en estos mensajes y a partir de qué nivel de emergencia hay que prevenir a los vecinos.

Además, en el plan se han añadido las acciones que los trabajadores de Servicios y de Emergencias deben llevar a cabo según el nivel.

Este plan, enmarcado en el proyecto Life NaDapta, está presentado por el departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra a través de la Sociedad Pública GAN-NIK, que ha realizado el trabajo de dirección y apoyo técnico en todas las actividades. En él ha colaborado el Ayuntamiento de Estella-Lizarra, que tiene que seguir completándolo con las acciones concretas a desarrollar según el nivel de alerta. Han participado también, Intia, Nasuvinsa, Nilsa y la UPNA.