SESMA. ¿Quién iba a imaginar que detrás de un operario de fábrica podría esconderse un director de cine amateur? La clave está, tal vez, en hacer las cosas con pasión y dedicación, cueste el esfuerzo que cueste. Así, con ganas y aprendiendo poco a poco es como Miguel Ángel Soto Jiménez, presidente de la Asociación Cultural La Lamparilla, de Sesma, ha conseguido sacar adelante todo tipo de proyectos y eventos culturales desde abril de 2016.

Aprovechando una andadura que comenzó en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Sesma, Miguel Ángel Soto, Mamen Soto y Gemma González fundaron La Lamparilla con el objetivo de poner en valor la historia, el arte, la cultura y las costumbres de su pueblo natal. De este modo, apoyándose siempre en un proceso de investigación en el que colabora la también sesmera Merche Martínez, Miguel Ángel Soto ha ido elaborando toda una serie de proyectos costumbristas en torno al patrimonio inmaterial de la localidad navarra.

El primero de ellos fue Andrómeda, un videorreportaje realizado en 2016 que combinaba una faceta tangible, la construcción de edificios a lo largo de la historia, y una intangible, los recuerdos que aportaban los vecinos y vecinas. Un año después, en 2017, vio la luz Tres Miradas, un proyecto multidisciplinar en el que tres fotógrafos locales, Jesús J. Morrás, Miguel Soto y David Mangado, mostraron, a través de su obra, tres maneras de comprender la vida en Sesma.

Las imágenes fueron acompañadas por música elegida por cada autor e interpretada por el grupo de cuerda Consonanza. En diciembre de 2018 llegó Palabras bajo los juncos. Prosa poética, piano en directo y vídeo se combinaron en una tarde en la que las palabras que Jesús Arana, Lydia Mangado, Aitor Iragi y Miguel Ángel Soto dedicaron a su pueblo se entrelazaron con las imágenes inéditas y de archivo y la interpretación al piano de Iosu Larumbe. Para este año, además del concierto Una vez fuimos árboles, que tendrá lugar el 2 de noviembre, la ambición da un paso más allá con Senderos. La idea, crear un musical en el que el trío musical Dick Break Sotos, formado por Cristian Marín, Jaime Casadamón y David Soto, toque rock clásico y actúe, junto a otros actores y actrices locales, en una serie de sketches surrealistas.

Si la idea, nada sencilla, no consiguiera acabarse para este año, la alternativa sería proyectar Sansara, un documental que muestra una visión simbólica de la realidad. Esta proyección no sería dispar, pues iría acorde con las otras actividades paralelas que desde La Lamparilla se realizan a los proyectos principales, en su mayoría, presentaciones de películas documentales sobre medio ambiente, literatura e incluso psicología clínica. Todo sumado a la labor de cuidado y mantenimiento de la Casa Museo Padre Tomás Esteban. La asociación cuenta con una subvención anual del Ayuntamiento de la localidad.

A esto se añade una ayuda por proyecto que solicitan tras presentar una memoria de cada evento organizado. Además, cualquiera que lo desee puede convertirse en socio o socia, pagando una cuota simbólica de 10 euros anuales, con los que se apoya la puesta en valor del patrimonio propio. El éxito de La Lamparilla reside en su interés y trabajo, pero sobre todo en valorar lo local, en apoyarse en los sesmeros y sesmeras antes que en ayuda externa, en no ponerse límites y creer que de un grupo de vecinos y vecinas puede nacer un equipo artístico de lujo.