- La Institución Príncipe de Viana ha decidido delimitar provisionalmente el entorno de protección del Crucero de Allo, el Humilladero, un monumento que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC). Esto abre un periodo de información pública de 30 días por el cual se notificará a los distintos afectados, entre los que se encuentran los vecinos de la zona y el propio Ayuntamiento de Allo. Estos podrán solicitar el expediente para examinarlo y presentar las alegaciones que estimen convenientes. Según dijo la alcaldesa, de la localidad, Susana Castaneda, la decisión ha sido tomada de forma unilateral por Príncipe de Viana, por lo que el Ayuntamiento no ha tenido nada que ver.

Esta decisión implica la suspensión de las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las áreas afectadas. Incluso las obras que, por razón de fuerza mayor, tengan que realizarse, requerirán de la autorización de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra. En todo caso, las nuevas edificaciones y actuaciones deberán armonizar con el ambiente cultural del monumento.

Según se indica en el BON, la delimitación del entorno está motivada por la salvaguarda del monumento, por la conservación de las características y condiciones del ámbito territorial en el que está ubicado y por la protección de su panorámica visual.

El crucero de Allo, de época renacentista, fue construido en 1614 por D. Manuel López Roto, un notable personaje de la época, Abad de las Parroquias de Dicastillo y Larrion, beneficiado de la de Allo, arcipreste de La Solana y tesorero del Condestable del Reino y Conde de Lerín. Los humilladeros eran lugares donde los viajeros que llegaban al pueblo se santiguaban y rezaban una oración. También los vecinos de la localidad, al salir y volver del campo, descubrían su cabeza y se humillaban a su paso. El humilladero de Allo es uno de los seis que todavía se conservan en Navarra. En la actualidad se guarda en el interior de la casa del Mayorazgo, en la calle San Sebastián. De planta cuadrada que se alza en forma de templete cúbico con tres de sus lados abiertos por arcos de medio punto y rematados en cornisa moldurada, en el siglo XIX sufrió algunas modificaciones con la el fin de transformarlo en vivienda. Sin embargo, en 2011 se puso en marcha un proyecto de restauración que consistió en la recuperación de las estructuras originales y la reparación de los elementos en mal estado. Los trabajos de rehabilitación concluyeron en 2016.