Después de dos años sin celebrar el día de Santiago, había ganas de volver a encontrarse en Itxasperri, el mismo lugar en el que durante siglos se reunió el Ayuntamiento del Valle de Arakil. Además, el día del patrón cayó festivo y no fue necesario retrasar la fiesta al domingo. Así, numerosas personas se acercaron el lunes a esta ermita románica del siglo XIII, muchas en procesión desde Egiarreta, encabezada por San Miguel de Aralar, con parada para bendecir los campos lau haizetara. Santiago de Itxasperri fue el primer punto de encuentro de Arakilgo Eguna, para después continuar la fiesta en Ekai. Y es que el día del valle hace una ronda por los 12 concejos que conforman este municipio, es decir; Ihabar, Hiriberri, Satrustegi, Egiarreta, Etxarren, Etxeberri, Izurdiaga, Errotz, Urritzola, Aizkorbe, Zuhatzu y Ekai.
Cumplida la parte religiosa con una misa en en interior del templo, llegó la parte festiva, con dantzas de la mano de Arbizuko Dantza Taldea y un buen almuerzo a la sombra que proyecta la ermita del que dieron buena cuenta los y las allí presentes.
QUINTAS DE 2020 Y 2021 El Ayuntamiento de Arakil aprovechó esta celebración para dar la bienvenida a los niños y niñas nacidos en 2020 y 2021 en el valle, a quienes obsequió con un pañuelo festivo. Estaban convocados 12 txikis: Saioa Goñi Galarza, de Etxeberri; Helias Malak Heorual Espinosa, de Aizkorbe; Elia Marchin Artsemenka, de Ihabar; Garaine Rubio Ayanz, de Etxarren; Amets Alegre Huarte, de Ihabar; Hodei Beaumont Asio, de Hiriberri; Leo Iturralde Maestre, de Etxeberri; Gari Lanz Fresán, de Satrustegi; Oihana Lazcoz Martiarena, de Egiarreta; Iker Otxoa Zamora, de Etxarren; Valentina Erviti Alonso, de Egiarreta y Ghassane Ben Omar, de Etxarren. De anudarles el pañuelo se encargaron los concejales Alfonso Nuin, Juantxo Madariaga e Irantzu Escudero.
Una trilladora de 1940 en Ekai
Después las celebraciones se trasladaron a Ekai, donde se pudo ver en funcionamiento la trilladora de Casa Urrunza, de 1940 fabricada en Ajuria, que facilitó la dura tarea de separar el trigo de la paja “Costó 43.000 pesetas”, recordaba Mariano Irurzun, que ayer la volvió a poner en marcha junto con sus hermanos Pedro, Alfonso y Miguel Ángel. También les ayudaron Sergio Induráin, Francisco Javier Huarte y Jesús Ángel Ongay, con un tractor que también era de la época. “Julio y agosto se pasaba trillando. Era mucho trabajo, toda la familia alrededor de la máquina. Ahora no nos dejarían andar así”, apuntaba mientras se afanaba en engrasar la máquina. “No tiene rodamientos”, observó. Asimismo, destacaba la importancia del primer sector en Arakil, antes pero también ahora.
En esta celebración no faltó una comida popular, que reunió a 145 comensales. La tarde continuó con campeonato de mus, brisca y parchís mientras los niños y niñas disfrutaban en los hinchables y barredora. De la música se encargó Pancho Balbuena.
