Los más pequeños fueron los reyes de Zubiri. La comparsa txiki de Esteribar, compuesta por Gargarintxo –un pequeño gnomo con pelo verde que da nombre a la ludoteca y al que se le honra el 1 de noviembre, Todos los Santos, lanzando caramelos desde los balcones–, Sukaldari –una cocinera equipada con un delantal, un trapo, un gorro de cocina y unas varillas–, Erromesa –una peregrina con una concha del Camino de Santiago colgada al cuello- e Ibai Arte –una jugadora de voleibol del club de Erro y Esteribar–; bailó este domingo al mediodía por las calles de la localidad.
La comparsa txiki estuvo acompañada por los gigantes medianos Rakel y Fernando –dos alfareros que trabajaban en la Gran Tejería Mecánica Pamplona que se encargaban de pintar las tejas y dar forma a cada pieza de arcilla– de Buztintxuri. “Es muy bonito, divertido y pasas el rato. Disfrutas mucho con los amigos que has conocido ensayando”, aseguraron Hugo Guillen, Ion Garayoa, Noe Salinas, Markel y Byron; niños de 12 años que bailan en la comparsa de Buztintxuri desde 2018. Los kilikis El Fiestero –Alex Arizmendi–, La Bruja –Asier Iraceburu–, La Casera –David Lekunberri– y El Txatxo de Lantz –Pablo Vidondo– provocaron que los más pequeños corretearan por las calles de Zubiri.
A las 12.30 horas, la kalejira llegó a la Iglesia de San Esteban, donde se ofició una misa con ofrenda floral de los niños y niñas de Zubiri. A las 17.00 horas se disputó en el polideportivo el partido por el tercer y cuarto puesto del XXXVII Trofeo Xabier Zubiri de futbito y a las 18.00 se celebró la gran final tanto en categoría masculina como femenina.