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‘El Tino’ le pone la dulzura al chupinazo de fiestas de Ansoáin

Después de casi 30 años vendiendo chuches, Agustín Villarroya prendió la mecha del cohete

Fotos del chupinazo de fiestas de AnsoáinJon Urriza

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Un calor sofocante azotaba la plaza media hora antes del chupinazo. Pero ni siquiera esta pequeña ola de calor a conseguido para el ambiente festivo en Ansoáin. 15 minutos antes de las 18 horas, como si de la nada hubieran aparecido, una kalejira de cuadrillas, al son de las melodías que proponía la txaranga Goxo, cubrió la plaza frente al ayuntamiento. Pero no del tradicional rojo y blanco, sino disfrazados. Txikiteros, amigas de novia, superhéroes... Todos disfrazados, de arriba a abajo, como mandan los cánones.

Y de pronto apareció el protagonista de la tarde. “¡Tino!, ¡Tino!”, coreaba toda la plaza. Después de casi 30 años vendiendo dulces en la plaza Lapurbide, Agustín Villarroya ‘El Tino’, a las puertas de su jubilación, fue elegido por los vecinos de la localidad para lanzar el chupinazo que da inicio a las fiestas de Ansoáin. El hombre, muy querido en el pueblo, no pudo articular palabra. “No me salen las palabras.Quiero agradecer a todos los vecinos de Ansoáin que han votado para que yo eche el cohete. Estoy muy emocionado y es un gran día para todos”, señaló el encargado de lanzar el cohete ante la audiencia. Y tras el breve discurso, “Gora Ansoain! ¡Viva Ansoáin!”.

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Vídeo del chupinazo de fiestas de AnsoáinIgor Sarasola

A las 18 horas en punto, el cohete estalló en el cielo y, tras él, la locura. La txaranga, que parecía estar esperando a que sonara el estruendo, comenzó al mismo instante a tocar. Los vecinos disfrazados comenzaron a saltar, cantar y bailar, e incluso abrieron alguna bengala para animar el ambiente. Las ikurriñas y banderas de Palestina también estuvieron presentes en la plaza, para mostrar solidaridad con la población de Gaza ante el genocidio de Israel.

Emoción y ganas de fiesta

Tino bajó las escaleras del escenario y se metió al ayuntamiento, refugiándose del calor. “Ha sido muy emocionante, me he quedado sin palabras”, repitió al bajar. Y aunque son fiestas, Tino tiene claro lo que le toca. “Ahora tengo que ir a trabajar. Yo tengo una tienda y eso no se puede quedar sin que esté yo. Ahora bien, estando en fiestas, no te voy a negar que algunos ratos me escaparé a echar una cerveza”, ríe el comerciante.

Emocionada y dando abrazos a todo el mundo, Marta Díez Napal, alcaldesa de la localidad. “Es un día muy emocionante. Hay un ambientazo y muchas ganas de pasarlo bien en el pueblo”, señala. “El hecho de que el chupinazo lo tire Tino es algo muy bonito, no sólo porque es muy querido en el pueblo, sino porque se visibiliza que es posible el comercio local y que es una manera de reivindicar que todavía se puede. Cuando ha subido a tirar el cohete, se me han puesto los pelos de punta”, asegura. Está encantada con que la tradición de los disfraces siga para adelante. “Es una cosa que empezaron alguna cuadrilla, y cada vez son más los que lo hacen. Ya llevan 3 o 4 años haciéndolo. La verdad es que le dan colorido y diversidad al pueblo”, añade. Buenas fiestas, ansoaintarras.