pamplona - Obras de madera, cosmética, queso, repostería, ganchillo, un curioso puesto con productos elaborados con asta de ciervo, cuero, cosmética árabe, ración doble de talos (una de las novedades de este año), caretas de kilikis, exhibiciones y venta de material para hacer malabares, etc.

Así hasta 44 puestos poblarán mañana las calles de Mercaderes y Chapitela en la tradicional feria de artesanía enmarcada en las actividades de San Fermín Txikito, cita que se celebra de 10.00 a 15.00 horas. También dispondrá de su estand la Asociación Navarra de Cáncer de Mama Saray para visibilizar esta realidad.

Bea Cobo y Cristina Baos, unas de las coordinadoras de A-Mano Mercaderes, asociación encargada de organizar el evento, concretaron que el vecino que se asome por el lugar “se va a encontrar con 44 puestos de artesanía variada, diferente, con puestos en los que intentamos que las técnicas sean complementarias, que no se repitan mucho y haya gran variedad. Y se van a encontrar con un montón de artesanos ofreciendo su trabajo, principalmente artesanía hecha directamente”. Y concretaron que han recibido un total de 94 solicitudes de artesanos para colocar su estand.

sacar el trabajo a la calle Cobo y Baos se mostraron “encantadas de tener una oportunidad de salir a la calle dentro de la programación de fiestas que organiza Alde Zaharra”, y recordaron que el hábitat natural del artesano es su casa o su taller, donde trabaja “principalmente porque le gusta lo que hace. Pero evidentemente también queremos darle una salida. Claro que el objetivo es vender, pero no es el único y exclusivo. Poder ofrecer tu trabajo, sacarlo a la calle, explicarlo y que la gente lo disfrute es una parte muy importante. Y las ferias vienen de maravilla”, explicaron sobre la posibilidad de “salir a la calle a ofrecer tu trabajo y que seas visible para la gente y para las entidades”.

Además, recalcaron el “largo y arduo camino que tiene que recorrer un artesano para salir a la calle”. Y la ciudad lo agradece después: “la gente responde muy bien. Por eso es bonito hacer una feria. No solo por la venta, que es el fin último, es que la gente se para en tu puesto y pregunte ‘¿y cómo haces esto?’; ‘¿y cómo lo trabajas?’ Y el ‘qué bonito me queda’, o ‘¿puedes hacerme tal cosa o tal otra?’... Esa vida en torno a esa cosita que tú has fabricado es muy chula. A esa pieza se le da otro valor diferente. No es ir a comprar y ya está. Y si alguien viene y te dice ‘te compré el año pasado, me gustó y he venido otra vez’, eso ya es el premio máximo.”, finalizaron. - M.B.