pamplona - El Ayuntamiento va a firmar un convenio con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) para la cesión del Chalet de Caparroso como espacio de acogida para las personas que soliciten asilo en Pamplona. Esta organización humanitaria ya dispone desde finales de 2017 de otras cuatro viviendas municipales en el barrio de la Milagrosa destinadas al mismo objetivo y se prevé la posibilidad de otras cesiones puntuales para cubrir posibles repuntes de las peticiones de asilo.

El convenio que ultiman Ayuntamiento y CEAR contempla una cesión gratuita del Chalet de Caparroso, que podría ser de 5 años prorrogables a cambio de que la entidad social asuma los costes del acondicionamiento del edificio y se haga cargo de los gastos de los suministros de agua, electricidad y calefacción, así como de la suscripción de un seguro de responsabilidad civil. Además, se haría cargo de los daños en las instalaciones que se pudieran ocasionar.

El borrador del contrato de cesión prevé, asimismo, que el Ayuntamiento podrá recuperar el inmueble cuando no se destine al fin para el que se haya cedido o no esté siendo utilizado. Estará prohibido por último el arriendo o la cesión a otras entidades.

Situado en el Camino de Molino de Caparroso número 4, el edificio ocupa una superficie de unos 100 metros cuadrados por planta y consta de bajo y dos pisos altos. Inicialmente fue la vivienda de los empleados de la sociedad El Irati y fue adquirido por el Ayuntamiento en 1999. En la presente legislatura, fue cedido a un grupo de jóvenes con la intención de que fuera un espacio autogestionado, pero las obras llevadas a cabo en su interior sin autorización fue el motivo de que se revocara el convenio de cesión.

En estos momentos, CEAR dispone en Pamplona y Comarca de 84 plazas para refugiados distribuidas en 15 viviendas. Además de las cuatro citadas de la Milagrosa (están unidas entre sí, de manera que conforman una vivienda comunitaria de 330,74 m2, con 16 habitaciones, una cocina y tres baños), cuenta con pisos en Villava (cedido por el Ayuntamiento), Zizur Mayor, Berriozar, Mendebaldea y Mendillorri (de Nasuvinsa), además de otras cuatro viviendas de particulares. Por su parte, Cruz Roja dispone de 110 plazas.

plan de ayudas Gracias a estas infraestructuras, alrededor de 280 refugiados sin recursos reciben acogida anualmente en Navarra a través de un plan estatal de ayudas mientras se tramitan sus solicitudes de asilo. Según los datos facilitados ayer por la consejería de Derechos Sociales, el número de refugiados oscila porque se van a otras zonas o países o porque concluyen la fase inicial de acogida. A partir de ahí, pueden residir autónomamente como un ciudadano más a la espera de la resolución administrativa.

La mayoría de los refugiados que llega a Navarra procede de Centroamérica (El Salvador y Honduras), Sudamérica (Venezuela) y el este de Europa (Ucrania y Georgia). Según datos del Gobierno foral en septiembre del año pasado, se atendieron 88 familias y 70 menores de edad. A través de los servicios sociales, las personas solicitantes de protección internacional puede empadronarse para acceder a los servicios municipales en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía.

El proceso de tramitación es largo. Según explicó ayer Idoia Oneca, coordinadora de CEAR, los solicitantes deben esperar hasta más de dos años para que resuelvan su expediente aunque a los seis meses (primera renovación de la tarjeta roja que se renueva cada seis meses y que les autoriza para residir en nuestro país legalmente) obtienen permiso para trabajar. Las mayores dificultades, sin embargo, vienen después. “Las complicaciones aparecen cuando los refugiados tienen que buscarse un lugar de residencia al margen de los recursos públicos y es difícil encontrar una vivienda en alquiler”, comentó Oneca. Para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social existen ayudas de hasta 9 meses de duración, ya que se considera primordial este aspecto para abordar su inclusión social. Es el Gobierno central el encargado de determinar las personas que van a parar a cada centro de acogida mientras se tramitan las peticiones de asilo. Si no se consigue esa protección internacional la persona queda en situación irregular y se le devuelve el pasaporte. “Muchas piden asilo porque su vida en sus países corre peligro”. El asilo permite vivir de forma legal (una especie de DNI).